Potentes terremotos en Turquía dejaron a 1.5 millones de personas sin hogar

Más de 50.000 edificios en Turquía serán demolidos por los severos daños sufridos tras los terremotos. (Captura de pantalla: El Mundo – YouTube)

Los terremotos ocurridos en Turquía desde principios de febrero han dejado más de 41.000 muertos y 1.5 millones de personas sin hogar en el sur del país, situación que requerirá la construcción de al menos 500.000 nuevas viviendas.

La representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en dicha nación, Louisa Vinton, ha calificado este evento como la mayor catástrofe sísmica de la historia del país y posiblemente el mayor desastre natural que ha enfrentado.

Los movimientos telúricos de 7.8 y 7.5 provocaron severos daños estructurales en más de 50.000 edificios, que serán demolidos por ser inhabitables. Las autoridades también detectaron que 11.000 presentan afectaciones moderadas.

Además, los dos últimos terremotos registrados en la frontera entre Turquía y Siria, durante la semana pasada, afectaron a algunos edificios que continúan en pie. Estos sismos dejaron seis muertos y 294 heridos.

Según un comunicado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el noroeste de Siria, donde hasta nueve millones de personas han sido afectadas y al menos 6.000 han muerto, la respuesta humanitaria internacional ha continuado.

Desde el 9 de febrero, un total de 227 camiones cargados de suministros han cruzado hacia ese país, que se encuentra bajo una guerra civil.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha transportado cerca de 100 toneladas de suministros a través de la frontera desde Turquía, incluyendo medicamentos esenciales, material fungible, fármacos para anestesia, equipos quirúrgicos y otros suministros para hasta 49.000 intervenciones adicionales destinadas a las personas que necesitan apoyo quirúrgico o médico para lesiones específicas del terremoto.

Además, 55 instalaciones médicas han resultado dañadas y varias completamente destruidas, pero se han puesto en funcionamiento seis clínicas móviles en las ciudades y comunidades de los alrededores de Jindires, una de las zonas más afectadas del noroeste de Siria.

Las condiciones en las que se encuentran los residentes que sobrevivieron al terremoto son extremadamente difíciles, ya que no tienen agua potable, electricidad ni combustible para la calefacción, y están expuestos al peligro de los edificios que se derrumban mientras intentan buscar refugio.

La Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental (CESPAO) ha advertido que estas personas están a temperaturas extremadamente frías y necesitan ayuda humanitaria de emergencia.

La comunidad internacional ha respondido de manera positiva a esta tragedia y ha proporcionado ayuda humanitaria a las víctimas en Turquía y Siria, principalmente con rescatistas apoyados con perros entrenados en la búsqueda de personas atrapadas en los escombros.