Preocupan temblores de Angela Merkel, la mujer más poderosa de Europa

Este miércoles, Angela Merkel cumplió 65 años de edad y, a pesar de los comentarios sobre su salud, la gobernante de Alemania continuará su periodo hasta el 2021.

En diversos eventos oficiales, documentados por los medios de comunicación, la mujer más poderosa de Europa apareció sufriendo temblores severos que tienen a todo el mundo hablando sobre su salud.

Los titulares de la prensa han cuestionado si Merkel cuenta con la fuerza suficiente para continuar con su cargo. Los expertos médicos han dado un diagnósticos a distancia en diversos programas de televisión.

El primer episodio de temblor ocurrido en junio pasado, cuando Merkel recibió en Berlín al nuevo presidente de Ucrania, Volodymyr Zelénsky.

Cuando sonaba el himno nacional, empezó a temblar desconsoladamente. Después de unos minutos se recuperó y siguió con la reunión. Ella misma indicó que eran resultado de las altas temperaturas y la deshidratación.

Nueve días después le sucedió lo mismo durante un evento público con el presidente alemán, Franck-Walter Steinmeier.

Por tercera ocasión, la semana pasada le ocurrió cuando le daba la bienvenida a Berlín al primer ministro de Finlandia, Antti Rinne, también durante el himno nacional.

Al otro día, para evitar la misma situación, cuando recibió a la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, las dos funcionarias escucharon el himno nacional sentadas.

Este martes, en la visita de la líder de Moldavia, Mala Sandú, se repitió el formato de recepción.

Angela Merkel ha asegurado en diversas ocasiones que se encuentra en perfectas condiciones para cumplir con sus obligaciones, y que no hay nada de qué preocuparse.

Sin embargo, no está claro cuál es la causa de los temblores o si ella tiene conocimiento de la fuente de los temblores. Ahora casa aparición en público es objeto de un cuidados escrutinio para identificar las posibles señales de alguna enfermedad.

El exjefe de inteligencia Hans-Georg Measen, un férreo crítico de la primera ministra alemana y que fue forzado a dimitir tras aparentar restarle importancia a la violencia de la extrema derecha   escribió: “La salud de la líder del gobierno no es un asunto privado. La gente en Alemania tiene el derecho a saber si la cabeza del gobierno está en una posición para cumplir completamente con sus deberes”.

Sin embargo, los medios han sido respetuosos, con muchos comentaristas insistiendo en que se debe confiar en la palabra de la canciller.

La mayor parte de la población concuerda con el punto, ya que un sondeo señala que el 59% cree que Merkel no tiene que revelar información alguna sobre su salud, solo el 34% pidió que se haga un diagnóstico más detallado.

Estos episodios han recordado que después de 14 años, el mando de  Angela Merkel está llegando  a su fin y que podría terminar antes de lo señalado.

La favorita de la canciller para que la suceda en el cargo es Annegret Kramp-Karrenbauer, líder del partido CDU, pero ha ido perdiendo credibilidad por una serie de  errores que ha cometido.

Si de momento la canciller alemana no pudiera mantenerse en su cargo, la Constitución no habría un sucesor inmediato. El presidente de Alemania sería temporalmente nombrado jefe de gobierno hasta que el Parlamento eligiera un (a) nuevo (a) canciller.