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Revelan terribles condiciones del hospital materno de Santa Clara
El hospital se encuentra ubicado en la avenida 26 de Julio y 1ra, reparto Escambray
En las fotos tomadas del interior de la sala de puérperas se aprecian las filtraciones en el falso techo. (Collage: Periódico Cubano)
El hospital materno ‘Mariana Grajales’ de Santa Clara, en la provincia Villa Clara, se fundó el 25 de mayo de 1959. La falta de atención por parte del gobierno a lo largo de estos años ha provocado que a diciembre de 2021 sus condiciones sean más propias de un sitio en ruinas que de un hospital de maternidad que debe preservar todas las condiciones de salubridad.
Las terribles condiciones de su estado constructivo y el mobiliario que en la actualidad se usa como camas para las gestantes, fueron revelados mediante imágenes exclusivas proporcionadas a la redacción de Periódico Cubano por una fuente, que pidió el anonimato por temor a represalias.
En las fotos tomadas del interior de la sala de puérperas se aprecian las filtraciones en el falso techo, que han creado una gran mancha, lo cual pudiera atentar contra la integridad de la estructura. Una de las ventanas de la sala perdió su cristal inferior y el mismo fue tapado con un trozo de tela lleno de suciedad.
Por otra parte, están las pésimas condiciones de las camas asignadas a cada paciente. El colchón de espuma, que no llega a los 10 centímetros de grosor, tiene enormes manchas de humedad y hasta huecos.
Las camas de metal son las mismas de hace casi 30 años, pues el gobierno comunista que alardea de la salud como una conquista social prefiere invertir el dinero del presupuesto estatal en la construcción de hoteles, en lugar de mejorar las condiciones de los hospitales donde se atiende al pueblo.
Con estas realidades resultan cada vez menos creíbles las estadísticas de mortalidad infantil y materna que cada año reporta el Ministerio de Salud Pública (Minsap). Es prácticamente imposible que un gobierno se señale a sí mismo como una potencia médica, mostrando indicadores sanitarios de “primer mundo”, cuando las instituciones sanitarias parecen hospitales de guerra.
