Santiago Torres pelotero del equipo Cuba llega a EEUU desde México

Torres, de 26 años de edad, bateó más de 300 de promedio durante las últimas cuatro Series Nacionales y su defensa en la segunda base fue excepcional. (Captura de pantalla: Evyan Guerra – YouTube)

El reconocido beisbolista santiaguero, Santiago Torres, arribó en las últimas horas a Estados Unidos tras estar un tiempo prolongado en México, donde tramitó un visado ante funcionarios consulares estadounidenses, según reporta el portal deportivo Swing Completo.

Considerado en su tiempo como uno de los máximos talentos del béisbol en Cuba, Torres tomó la decisión de desvincularse de la Serie Nacional el pasado año, siendo la edición 62 de este evento su última temporada en la Isla. El joven defensor de la segunda base tomó la decisión de salir del país para jugar en el béisbol profesional al máximo nivel.

Especialistas indican que quien hiciera el grado al equipo Cuba, que participó en varios eventos internacionales, tiene una combinación excelentes habilidades técnicas y juventud que son aspectos claves para intentar un contrato con alguna de las 30 organizaciones de Grandes Ligas (MLB).

Con las Avispas de la “tierra caliente”, Torres, de 26 años de edad, bateó más de 300 de promedio durante las últimas cuatro Series Nacionales y su defensa en la segunda base fue excepcional.

En 2021, y por intermediación del Instituto de Deportes y Recreación Física (Inder), firmó un contrato para integrarse al equipo Federales de Chiriquí, perteneciente a la Liga Panameña de béisbol.

Deportistas de todas las disciplinas se van de Cuba

El éxodo de atletas cubanos no se limita únicamente al ámbito del béisbol. Boxeadores, voleibolistas, futbolistas y deportistas de otras disciplinas han decidido, en más de una ocasión, dejar su patria en busca de un futuro más prometedor. Cuba, con su historia rica en triunfos deportivos, ha sido cuna de campeones olímpicos y mundiales, pero a menudo estas glorias no se traducen en bienestar económico para los atletas.

En el panorama internacional, estos deportistas observan cómo sus contemporáneos de otras naciones reciben recompensas, no solo monetarias, sino también en reconocimientos, libertades y oportunidades de crecimiento profesional y personal. La perspectiva de una vida donde se pueda capitalizar el talento y la dedicación pone en perspectiva las carencias que enfrentan en su tierra natal.

Por otro lado, la estructura rígida del sistema deportivo cubano a menudo se percibe como asfixiante. Los atletas no solo buscan recompensas económicas, sino también un sentido de autonomía y autoexpresión que les ha sido negado. Muchos sueñan con competir en ligas extranjeras, colaborar con entrenadores internacionales o simplemente experimentar una vida lejos de la constante supervisión estatal.

Las historias de aquellos que han dejado Cuba reflejan una amalgama de ambiciones, sueños y, en ocasiones, desesperaciones. Aunque la travesía puede ser arriesgada y plagada de incertidumbres, para muchos, representa una puerta hacia un horizonte donde sus habilidades y pasiones puedan ser apreciadas en toda su magnitud.