Sindicato de Sudáfrica toma acciones legales contra la contratación de ingenieros cubanos

La ministra sudafricana Lindiwe Sisulu, y la embajadora cubana Rebeca Hernández. (LindiweSisuluSA-Twitter).

El sindicato sudafricano Solidaridad anunció que entregará documentos judiciales contra la ministra de Asentamientos Humanos, Agua y Saneamiento de Sudáfrica, Lindiwe Sisulu, para detener la contratación de ingenieros cubanos en su país.

Mediante acciones legales, Solidaridad espera forzar la divulgación de información relacionada a la contratación de los antillanos, y con ello, parar el despliegue de sus brigadas, mientras se revisa la decisión del gobierno.

Esto luego de que la ministra no cumpliera con el plazo para presentar una propuesta que calme la disputa entre el gobierno y Solidaridad, respecto al despliegue de 24 ingenieros cubanos, reportó el medio Engineering News.

“Estamos decepcionados de la ministra. El gobierno solicitó poder realizar una propuesta y dos veces hemos tenido que posponer el plazo para que la presenten”, señaló el director de Solidaridad, Dr. Dirk Hermann.

“Además del hecho de que el gobierno no cumplió el plazo, la ministra tampoco ha respondido a preguntas clave hechas por Solidaridad. Aún están ocultando información importante al público. No debería ser tan difícil obtener información sobre el uso del dinero de los impuestos”, agregó.

Solidaridad inició acciones legales para pedir la expulsión de los ingenieros cubanos, argumentando principalmente la falta de información respecto a su contratación.

“Necesitamos romper el secretismo alrededor de la llegada de los cubanos. ¿Qué se supone que hacen? ¿Cuánto dinero se está gastando en ellos? ¿Están siquiera registrados como ingenieros?”, cuestionó Hermann.

Solidaridad también presentó una solicitud para detener el despliegue de los ingenieros cubanos, mientras se procesa la solicitud de revisión que interpusieron ante la corte.

Con la solicitud de revisión, el sindicato espera que la Corte declare “inválida” la decisión del gobierno de importar servicios profesionales cubanos.

Solidaridad se basa principalmente en dos argumentos. En primer lugar, considera un sinsentido la contratación de fuerzas antillanas cuando las habilidades del personal sudafricano son suficientes y están disponibles.

Por otra parte, también señala que sería contra la ley involucrar a los cubanos en proyectos de ingeniería si no cumplen con los requerimientos de registro y acreditación de Sudáfrica.

“Si los cubanos están aquí meramente por un rol de ‘asesoramiento’ y se les pagan 64 millones de rands por él (equivalentes a 74,411 dólares), se trataría entonces del programa de asesorías más costoso de la historia de Sudáfrica”, señaló Hermann.

“Por otra parte, si no están registrados con el Consejo de Ingeniería de Sudáfrica, también significaría que solo pueden trabajar bajo supervisión de ingenieros sudafricanos, y solo son capaces de hacer trabajos básicos, por lo que no es racional su contratación (…) Todo esto contribuye a que contratar cubanos sea una decisión totalmente ilógica”, añadió.

Los problemas que se han presentado con los ingenieros cubanos en Sudáfrica son los mismos que ha conllevado la contratación de profesionales médicos, cuya acreditación es desconocida, que no poseen experiencia y cuyo salario es innecesariamente elevado dadas las limitadas labores que realizan.

También cuando se importaron esos servicios hubo protestas del gremio nacional, en ese caso médico, que afirmaba que hay suficientes médicos sudafricanos, muchos de ellos desempleados, a pesar de lo cual el gobierno invirtió millones de dólares en la contratación de brigadas antillanas y felicitó a Cuba por su “solidaridad”.