Botero cubano responsabiliza al Gobierno por accidente en malecón de La Habana

El pasado domingo 19 de mayo un lamentable accidente ocurrió en el malecón habanero y dejó un saldo de cinco muertos y más de una veintena de heridos.

Oscar Casanella, activista cubano que trabaja como taxista privado en la Isla, consideró esta semana que la responsabilidad de este terrible accidente la tiene el gobierno por no permitir a las personas la posibilidad de comprar repuestos para sus automóviles de forma accesible.

«Si el parque automotor cubano está tan obsoleto es porque no hay mecanismos para que los cubanos accedan a piezas de reparación, o a autos más modernos”, dijo a Martí Noticias.

El activista cubano hizo referencia al costo tanto de los repuestos, como de los autos, expresando discrepancia dice: “Los precios de los autos modernos en las tiendas son una burla al cubano, y en el mercado negro siguen siendo extremadamente altos».

También indicó que el Estado siempre busca pretextos innecesarios con la finalidad de limitar a los taxistas; son cada vez más las ocasiones en las que implementan reglas restrictivas y a la larga ni los pasajeros ni los taxistas salen favorecidos al respecto.

«El aparato estatal no necesita pretextos para aumentar las regulaciones y la asfixia económica contra los transportistas. Ya lo han hecho clasificando los transportistas, subiendo los impuestos, limitando el espacio donde operan…» expresó Casanella.

Por ejemplo, en el caso de los choferes de los carros antiguos conocidos como “almendrones” y los vehículos en general han tenido que verse en la obligación de pagar grandes sumas de dinero a los oficiales para obtener un permiso para circular. Es por ello que el activista asegura que el sistema de inspección en la mayor de las Antillas está lleno de corrupción.

Asimismo, dijo que «ponen nuevas capas de control, nuevos funcionarios a inspeccionar, ponen cámaras y lo que sucede simplemente es que se incrementa el precio del soborno que uno tiene que pagar a este aparato corrupto”.

«Si la Comisión de Seguridad Vial que investiga el accidente dice que el carro estaba mal técnicamente, es que también se reconoce la corrupción de los sistemas de inspección del Ministerio de Transporte», agregó.