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«Timbiriches digitales»: el nuevo término para denigrar a los medios independientes cubanos

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«Timbiriches digitales»: el nuevo término para denigrar a los medios independientes cubanos

El gobierno cubano orquestó un encuentro con periodistas oficialistas para arremeter una vez más contra la libertad de prensa

Julio LLopiz-Casal

Activistas y periodistas cubanos se reapropian del término para responder al régimen. (Foto: Julio Llopiz-Casal)

Durante un encuentro celebrado el pasado 19 de agosto y transmitido este martes 24 en el espacio de la Mesa Redonda entre Miguel Díaz-Canel y periodistas oficialistas, la vicepresidenta de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec), Rosa Miriam Elizalde, calificó como “timbiriches digitales” a los medios independientes cubanos.

En una intervención llena de información manipulada, acusaciones sin pruebas, desvaríos mentales y teorías conspiranoicas, Elizalde usó la misma palabra, “timbiriches”, que empleara Fidel Castro en 1968 para denigrar a los pequeños negocios que fueron nacionalizados.

Según reseña el medio independiente 14yMedio, el uso del término desde ese entonces “ha estado impregnado oficialmente de un carácter despectivo, elitista e ideológico. Sin embargo, en la población es la manera de llamar a algo que logra saciar los rigores de llevarse un bocado a la boca mientras la gente se traslada de un lugar a otro”.

Rosa Miriam, quien es una de las primeras doctoras en Comunicación en la Isla, dejó en ridículo a toda la academia cubana al mencionar conceptos que no existen en ninguno de los libros y las universidades mediamente serias de esta disciplina en el mundo. Términos como “guerra de cuarta generación” o “laboratorios mediáticos de la derecha internacional”, propios del discurso del régimen para justificar la censura y la represión.

La vicepresidenta hizo otros grandes “aportes académicos”, como el de “ciberjelengue”, para referirse al posicionamiento del hashtag #SOSChipre en la tuitósfera cubana, como modo de respuesta al Decreto-Ley 35, el cual busca censurar etiquetas como el #SOSCuba y otras formas de libertad de expresión en el internet y las redes sociales.

En su alocución, Elizalde afirmó además que “el gobierno de Donald Trump creó en el año 2017 toda una batería de medios digitales, muchos de ellos gestionados por una sola redacción que no son más que timbiriches digitales”.

Se trata de una sentencia totalmente falsa. Primeramente, varios de los medios independientes cubanos son previos a la administración Trump; y en segundo lugar, la gran mayoría de ellos no recibe ningún financiamiento directo ni del gobierno norteamericano ni de instituciones de ese país.

Rosa Miriam criticó igualmente un hecho que es común en sistemas con libertad de expresión y libertad de empresa: la diversificación de los medios. La doctora se preguntó por qué existen más de 100 proyectos de prensa independiente cuando se podía crear uno solo, una interpretación propia de los defensores de la centralización y el totalitarismo.

En su hipótesis, esto sucedía para fragmentar a las audiencias cubanas, que según sus propias palabras “son nuestras audiencias”.

O sea, la especialista no solo desconoce las características comunes de un sistema de prensa liberal donde los medios se enfocan en audiencias específicas para responder mejor a sus intereses, sino que además defiende el monopolio de la comunicación del estado y el secuestro de la audiencia cubana sometida a la propaganda del régimen.

Más ilusorio aún fue que la doctora en Comunicación atribuyera la frase contestataria de la cual se han apropiado millones de cubanos, “Díaz Canel Singao”, como una estrategia bien “desarrollada en laboratorios enemigos” a la que se le ha colocado “más ciencia que a las propias vacunas”.

Por último, Elizalde realizó un peligroso llamado para constituir un “gabinete de guerra”, con lo cual llama abiertamente a la confrontación y a la represión por la fuerza de todas las expresiones contrarias al régimen.

El artista y activista cubano Julio Llópiz-Casal, uno de los protagonistas de la manifestación del 27 de noviembre pasado frente a la sede del Ministerio de Cultura, respondió a Rosa Miriam con un diseño que reconfigura la frase con la que la funcionaria de la Upec intentó denigrar a los medios independientes.

El encuentro de Díaz-Canel con la prensa no fue más que otro show que busca legitimar la represión y la falta de libertad disfrazada con el diálogo.

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