Ulises Toirac se queja de la falta de libertad en Cuba en tiempos de Covid-19

Malecón de La Habana desierto. (Foto: Periódico Cubano)

Ulises Toirac, humorista que en los últimos tiempos está muy activo en sus redes sociales comentando sobre la realidad de Cuba, se quejó por la falta de libertades en La Habana en tiempos del Covid-19. Ahora pide que algún dirigente explique por qué no se puede caminar por el malecón habanero, algo que considera una restricción absurda.

“¿Alguien me puede explicar por qué no puedo caminar por el malecón?”, escribió el popularmente conocido como Chivichana, por su personaje en la serie humorística ¿Jura Decir la Verdad?

Seguidamente Toirac se pregunta irónicamente si “¿se avistó al monstruo de Loch Ness en sus aguas? ¿El Yeti hizo casa en alguna goma de tractor sumergida en la bahía? ¿Los güijes han puesto su capital bajo el agua de la entrada habanera? ¿Por qué no me dejan cuidarme a mi solito de esos bichos?”.

La publicación de Toirac ha sido muy comentada y algunos han explicado las medidas aludiendo al humor. “No se puede caminar por el malecón porque en el agua hay un tiburón”, dijo el usuario Jorge Dalton. “Porque debes estar amontonado en la acera del frente, en la cola de la tienda MLC, los corredores, los que pasean sus perros y los policías conectados en la WiFi”, justificó otro usuario.

“La respuesta es sencilla, no se puede caminar por el malecón porque tienen un gobierno totalitario y opresor q le controla la vida a todos los ciudadanos y me imagino q no quieran otro maleconazo ahora sin Fidel”, recordó René Pérez.

Las autoridades cubanas toman severas medidas para restringir la movilidad en un intento por detener al Covid-19, sin tener en cuenta el daño psicológico del encierro prolongado por más de 15 meses de pandemia.

Especialmente en la capital cubana, donde sus 2 millones de habitantes residen en un espacio relativamente reducido, las medidas restrictivas se extreman pues los índices de contagios son los más elevados de todo el país.

La ciudad permanece desierta, solo las colas para conseguir el poco alimento que existe rompe con esa vista de una “ciudad fantasma” a la fuerza. Para los que incumplan con las restricciones de movimientos hay exageradas multas económicas que superan el salario mínimo nacional (2.100 CUP).