Un Boeing 737 de Air Niugini que pretendía aterrizar en la pista del aeropuerto de Weno, no pudo hacerlo y terminó sobre una reserva de agua de la Micronesia, una isla del Oceáno Pacífico.
Rápidamente el personal del aeropuerto acudió a socorrer a los pasajeros pues la aeronave quedó suspendida sobre el agua con prácticamente la mitad de su barriga hundida en el agua.
Afortunadamente todas las personas lograron salir con vida del avión, pero si hay algunos que se encuentran heridos.
La compañía aérea es de Papúa-Nueva Guinea, y cubría la ruta entre la ciudad de Port Moresby con Pohnpei, capital de Micronesia, y la isla de Weno.
Según las investigaciones preliminares basadas en observaciones de testigos el hecho se produjo porque el piloto calculó mal la velocidad de descenso y la pista le quedó corta para el completo frenaje de la aereonave.
