Víctor Manuel Rocha admite haber espiado para Cuba durante décadas

Rocha ocupó varios cargos importantes estando en La Habana, entre ellos, el de Oficial Principal Adjunto en la entonces Sección de Intereses de Estados Unidos. (Captura de pantalla © 2001-2009.state.gov – Web)

El exdiplomático estadounidense Víctor Manuel Rocha, de 73 años y de origen colombiano, se declaró culpable de espiar para Cuba durante décadas, después de que fuera apresado en diciembre pasado producto de una acción del Buró Federal de Investigaciones (FBI), según reportan varios medios de prensa.

El jueves 29 de febrero de 2024, el embajador de EEUU en países como Bolivia compareció ante un juez federal en Miami para cambiar su declaración inicial, donde desconoció todas las pruebas presentadas en su contra, por las cuales se le acusa de 15 cargos federales. 

Al parecer, el FBI lleva bastante tiempo siguiendo los pasos de Rocha como posible topo de la dictadura cubana. El también funcionario de alto rango dentro del Departamento de Estado cayó en una trama que el FBI tejió con otro agente que se hizo pasar por un contacto de la inteligencia cubana y grabó las conversiones que tuvo con el hombre de 73 años, mientras tomaba un café en Miami, al cual accedió previa comunicación por WhatsApp.

El fiscal general de EEUU, Merrick Garland, calificó el caso de Rocha como “una de las infiltraciones de mayor alcance y más duraderas en el gobierno de EEUU por parte de un agente extranjero”.

El cambio de declaración de culpabilidad de Rocha hace prever que estaría cerca de un acuerdo con la fiscalía para buscar una reducción de los cargos que se le imputan. Para lo anterior, el simpatizante del comunismo cubano tendría que ofrecer valiosa información del modus operandi de los servicios de inteligencia castrista y, lo más importante, revelar nombres de contactos con los que se reunió a lo largo de 40 años.

Este desenlace ya había sido advertido por Alberto Milian, juez del distrito de Miami-Dade y exfiscal con experiencia en contrainteligencia del ejército de EEUU. “La defensa buscaría negociar, usando la información que Rocha posee, para reducir la severidad de la condena”, aseguró Milian, Este enfoque podría incluir negociaciones para asegurar beneficios como una pensión para la esposa del acusado, similar a casos anteriores como los de Robert Hansen y Aldrich Ames.

Se espera que sus aportaciones ayuden a dar con el paradero de más espías infiltrados en territorio estadounidense. Lo anterior tendría muy nervioso al régimen castrista, según refiere el periodista Mario J. Pentón.

Durante su carrera diplomática, que abarcó 25 años, Rocha ocupó puestos dentro del gobierno norteamericano, a través de los cuales tuvo acceso a información no pública que habría generado afectaciones a la política exterior de EEUU.

El espía también ocupó diferentes cargos en La Habana, como el de oficial principal adjunto en la entonces Sección de Intereses de EEUU. También se desempeñó como Director de Asuntos Interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional en Washington D.C. desde noviembre de 1991 hasta junio de 1994, los años más difíciles de Período Especial en Cuba. Además, fungió como embajador en Bolivia entre los años 2000 y 2002.