Ecuador elige presidente y un modelo político: Volver al correísmo o seguir con la derecha

Ecuador elegirá este domingo a su nuevo presidente. La elección está marcada en la segunda vuelta definitiva entre dos opciones políticas bastantes divergentes y, en medio de una severa crisis tanto económica como sanitaria, debido a la pandemia.

Andrés Araúz y Guillermo Lasso se disputan la presidencia y lo hacen con visiones políticamente enfrentadas.

El exbanquero Lasso, de 65 años, intenta nuevamente alcanzar la presidencia con su movimiento político Creando Oportunidades (CREO), luego de haber sido derrotado por Rafael Correa en 2013 y por Lenín Moreno, el mandatario saliente, en 2017.

Como contricante tiene a un discípulo de Correa, el economista Andrés Arauz, candidato de Unión por la Esperanza (UNES), quien de ganar, sería el presidente más joven que ha tenido el país con sus 36 años.

Ambos aspirantes representan las dos corrientes que han dominado la política ecuatoriana por más de una década. La diferencia ahora es el panorama económico de la nación, así como la dura crisis sanitaria que enfrenta, justo cuando una nueva ola de contagios de coronavirus marca una diferencia respecto a la primera vuelta electoral.

«Hay un incremento marcado en muertes en exceso y en números de contagios con relación al 7 de febrero; las listas de espera para las camas de terapia intensiva están a reventar mientras que dos meses atrás había cierta flexibilidad», explicó Esteban Ortiz, especialista en Salud Pública de la UDLA (Universidad de Las Américas), tras conversar con la BBC.

En aquella primera vuelta, Arauz obtuvo el 32,72% de los votos mientras que Lasso logró el 19,74%, superando con poco margen a Yaku Pérez, el candidato del movimiento indígena, y por poco a Xavier Hervas, un recién llegado a la política ecuatoriana que lideró el binomio de la Izquierda Democrática.

«De nuevo la arena electoral se ha dividido entre correístas y anticorreístas, no hubo un recambio sino una lucha entre buenos y malos, dependiendo del bando que uno tome, y eso desgasta mucho la política por los niveles de confrontación», explicó a la BBC, María Angélica Abad, profesora de la Universidad de Cuenca.

Según la representante de la Red de Politólogas del Ecuador añadió que los candidatos intentaron en las últimas semanas un llamado a la unidad para captar los votos que no obtuvieron en primera vuelta, pero de forma paralela «hubo una campaña muy sucia que buscó directamente la polarización».

Por su parte, Pedro Donoso, director de la Consultoría Icare de Comunicación y Análisis Político, señala que la contienda electoral tiene lugar en un marco de severa desconfianza hacia el futuro, explicado de la siguiente manera:

«Nunca en la historia ecuatoriana hemos visto los niveles de pesimismo que estamos viendo ahora, ni cuando se cayeron tres presidentes ni en la crisis financiera del 99, y el pesimismo es una cancha donde todo puede sembrarse y suceder».