Campesinos cubanos reciben menos de la mitad de los apoyos de la Banca de Fomento Agrícola

El gobierno destinó 1.800 millones de pesos, pero a cinco semanas de culminar el año solo se han prestado 735 millones de pesos. (Foto: Periódico Cubano)

Los campesinos cubanos han recibido menos de la mitad de los apoyos financieros que la Banca de Fomento Agrícola destinó desde septiembre pasado para prestar el dinero a “bajas” tasas de interés.

Según declaraciones en la Mesa Redonda de Manuel Raimundo Tejeda Díaz, director de Banca Agropecuaria del Banco de Crédito y Comercio, el gobierno destinó 1.800 millones de pesos, pero a cinco semanas de culminar el año solo se han prestado 735 millones de pesos.

“Hasta el 22 de noviembre ya se han beneficiado 287 productores o formas productivas, quienes ya recibieron 735 millones de pesos”, dijo el funcionario.

Entre los principales renglones que han utilizado el crédito están los cultivos de arroz, plátano, yuca y guayaba, así como la ganadería vacuna y porcina.

La resolución del Banco Central de Cuba orientó que el dinero se prestaría a tasas de interés de entre el 1.5% y el 2%. Por ejemplo, si un campesino cubano pidiera prestado a los bancos estatales un millón de pesos para sembrar arroz, al final tendría que devolver como máximo el mismo saldo prestado más intereses por valor de 20 mil pesos.

Al parecer la medida no ha tenido mucha aceptación entre los campesinos, a pesar de que Tejeda Díaz insiste en que para acceder al crédito “no se exige la misma cantidad de garantías bancarias requeridas para otros créditos”.

Como parte de las “ventajas” del financiamiento de la Banca de Fomento Agrícola, el directivo señaló “la inmediatez” con la cual se otorga. “Aunque hay ocasiones que existe una demora de una semana entre la solicitud y la entrega, se han dado casos en que el campesino recibe el dinero el mismo día que lo solicita”, acotó.

Unido al préstamo, hay que contratar un seguro para la producción

La normativa para pedir el crédito establece la compra obligatoria de un seguro para resguardar la producción agrícola en caso de ocurrir un imponderable y que la cosecha no se desarrolle de la forma planificada.

El gasto de pagar la cuota del seguro también es otra erogación que deben hacer los campesinos cubanos. En un primer momento, el productor asume solo la mitad del pago de la prima del seguro.