Abogan para que migrantes embarazadas en EEUU no sean enviadas a México

Grupos defensores de derechos civiles abogan para que las migrantes embarazadas que solicitan asilo político en Estados Unidos no sean enviadas a México a esperar una respuesta y también que se les dé un trato adecuado en los centros de retención.

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y los proyectos de Derechos Civiles de Texas denunciaron que cuando están bajo custodia en territorio estadounidense las obligan a dormir en el suelo, además de que no reciben suficiente agua, ni los alimentos adecuados.

Han identificado que las enviadas a México no tienen atención médica de seguimiento y solo cuando entran en labor de parto les dan acceso a algún centro de salud.

Dichas organizaciones presentaron una denuncia de lo mencionado en la oficina del inspector general del Departamento de Seguridad Nacional y en el documento también reclaman que más de una docena de mujeres embarazadas fueron trasladadas a México a esperar respuesta de la solicitud de asilo.

Los denunciantes expusieron también el caso de una mujer hondureña que tenía seis meses de embarazo cuando fue regresadas a Ciudad Juárez junto con su esposo e hija de cuatro años.

A ella se le agendó la comparecencia para el 10 de diciembre, 12 días antes de la fecha en que está programado el nacimiento.

Por el momento está familia vive en un albergue, sin poder tener un trabajo seguro, con las necesidades que padecen estos lugares por la gran cantidad de personas que residen en ellos y a esto se le suma la inseguridad de la ciudad en la que hay un alto índice de delitos ocasionados por el crimen organizado.

“Le han advertido que no deje a su hija sola o corre el riesgo de que sea secuestrada, tampoco tiene acceso a atención médica en México”, señalan dichas organizaciones.

A mediados de este año se viralizó el testimonio de Lisdybi García Aguilar de 26 años, una migrante cubana que reveló su experiencia cuando estuvo a lo largo de tres semanas retenida en la estación migratoria Siglo XXI de Tapachula, Chiapas.

En ese momento tenía cuatro meses de gestación y además de la falta de atención médica, padeció escasez de agua y alimentos.