Abuela cubana residente en Miami es arrestada por abusar de su nieto de 11 años

Los detalles del delito resultaron tan violentos que la jueza optó por no leerlos en voz alta en la vista del caso. (Foto: Captura de pantalla)

Identificada como Rosenda Manes-Aguiar, una abuela cubana de 56 años, fue encontrada culpable tras confirmarse que abusaba sexualmente de su nieto de 11 años.

La noticia fue dada a conocer por el medio de prensa América Tevé, en una nota donde se reveló que la antillana fue juzgada en el condado de Miami-Dade, tras ser arrestada en un condominio de Kendall, ubicado en el estado de la Florida.

Según trascendió, la acusada compareció este miércoles ante las autoridades locales, quienes reconocieron su culpabilidad ante los cargos imputados, por cuya magnitud y ante la gravedad de las acusaciones, le fue negado el derecho a una libertad bajo fianza por parte de la fiscalía, por lo que cumplirá su condena en prisión.

El reporte de América Tevé señala que la Unidad de Crímenes Sexuales de la policía de Miami-Dade llevó a cabo la investigación del caso durante 18 meses, hasta obtener todas las pruebas y “la evidencia necesaria” para efectuar el arresto, aunque no se informó en qué lugar tuvieron lugar los hechos.

Del mismo modo, se reveló que los cargos que enfrenta Manes-Aguiar son considerados como “delitos capitales”, ya que la víctima en cuestión es un niño menor de edad, quien posiblemente haya sufrido daños no solo psicológicos, sino también en sus órganos como secuela del reiterado abuso al que era sometido.

En el reporte del medio televisivo, se expuso que la defensa alegó que su clienta no tiene un historial delictivo, por lo que debería permanecer en libertad hasta el momento de que se efectúe el juicio con la sentencia definitiva.

Ante su petición, Mindy S. Glazer, quien fue la jueza encargada de valorar el caso, denegó la petición, pues los detalles de los abusos resultaron ser tan brutales, que la letrada optó por no leerlos en alta voz durante la audiencia, en la cual la acusada permaneció impasible y en silencio, sin mostrar trazas de arrepentimiento sobre el crimen cometido.

Por su parte, algunos vecinos del condominio en el cual vivía la cubana, se mostraron bastante perturbados ante los escalofriantes sucesos.

“¡Yo soy abuela y mi nieta es lo máximo! Eso está muy feo y ante los ojos de Dios eso no está bien”, fueron las declaraciones de una anciana residente en el lugar, mientras que otra declaraba: “Bendito Dios, ¡qué cosa tan horrible! ¿Cómo se le ocurre por Dios? ¡Yo soy abuela!”.

Por razones obvias de seguridad no se reveló el nombre del menor, así como se desconoce si solo vivía con su abuela o con algún otro familiar cercano.