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Activista cubano Sayde Chaling-Chong es blanco de falsas acusaciones
El activista político cubano Sayde Chaling-Chong, residente en España, denunció a nuestra redacción que desde finales de febrero ha sido blanco de falsas acusaciones, posiblemente instigadas por la seguridad del Estado cubano.
El fundador de la Alianza Iberoamericana Europea contra el Comunismo (AIECC), explicó a Periódico Cubano que el pasado 17 de febrero, fue detenido por guardias de los Mossos d’Esquadra de Barcelona (cuerpo de seguridad- policía de la región de Cataluña España) «para investigar una denuncia».
Según el también músico y bloguero opositor, una expareja sentimental lo había denunciado ante la policía de la ciudad por “intento de agresión sexual”, razón por la cual las autoridades se presentaron en su apartamento domiciliario con la intención de detenerlo.
La mujer (cuyo nombre y ciudadanía no revela por el momento por observancia de la Ley de Protección de Datos), denunció sin fundamento al activista por una agresión sexual en su contra.
La legislación penal de España permite la detención de un individuo para realizar una investigación preliminar, pero impide retener a dicha persona por más de 72 horas. Es en ese plazo que un juez determina seguir con la investigación, y decretar o no medidas cautelares.
Durante dicha vista preliminar ante el juez por la denuncia efectuada, acaecieron “supuestas pruebas sin fundamento lógico, porque en este país todas las pruebas legítimas son válidas”, que tendían a incriminar al activista en un caso de agresión sexual «fabricado».
A las 48 horas de su detención, un magistrado dictaminó «auto de libertad sin fianza», que es el equivalente a «libertad sin cargos» que se otorga en los Estados Unidos.
Periódico Cubano tuvo acceso a documentos del caso, en los que efectivamente se confirma RESOLUCIÓN JUDICIAL DICTADA POR EL ÓRGANO JUDICIAL COMPETENTE ORDENANDO LA LIBERTAD DEL OPOSITOR CUBANO.
El cubano sostiene su inocencia, y asegura que se trata de una maniobra orquestada por la propia dictadura.
Hasta el momento, el líder opositor refiere que no se ha formalizado acusación alguna en su contra. En España, el proceso penal para delitos de esa clase o tipo, es por fases, y todo es en su tiempo. Puede suscitarse en un futuro un escrito de acusación del Ministerio Fiscal, o incluso de la Acusación Particular, pero en ese país se respeta la presunción de inocencia, por lo que tendrán que probar todo aquello cuanto digan.
Hasta el momento, el asunto sigue bajo investigación. Y como ya se ha dicho, aún no hay escrito de acusación particular ni pública tampoco.
También indica la Ley de ese país, la búsqueda de la igualdad de género y la cero tolerancia a la violencia machista, por lo que en dicho sentido, el juez dictó una orden de alejamiento que el antillano debe cumplir en relación con la presunta víctima, lo que no le impide continuar con el activismo político frente al Consulado de Barcelona, ya que Chaling-Chong vivía a mucha más distancia de la sede de la dictadura.
Chaling-Chong confirmó a nuestro medio que el asunto ha sido mostrado y manejado de manera muy turbia por la propaganda oficialista de la Isla, “para dañar su imagen, una estrategia que ya ha usado antes el régimen castrista contra los opositores”.
Las actividades desarrolladas por la AIECC en España, suponen un escollo en los intereses de la dictadura militar en la península ibérica, por el hecho de que Chaling-Chong ha liderado disímiles manifestaciones de cubanos frente al consulado de la Isla en Barcelona y otras acciones en el país ibérico y en Europa, que molestan gravemente al régimen, por lo que se sospecha la participación de los órganos de seguridad del Estado cubano.
Chaling-Chong denuncia que mientras estuvo detenido, y al momento de regresar a su departamento, se percató del hurto de determinados bienes propios, tales como su teléfono móvil personal, ordenador (computadora), equipos de sonido.
El cubano sostiene que dicho robo solo pudo haber sido cometido por alguno de los habitantes de la vivienda (expareja e hijo). Lo que sugiere que toda la situación pudo estar encaminada a la obtención de la información de los proyectos que está realizando la AIECC en Europa, y de los activistas que desde la clandestinidad pudiesen estar colaborando con la Alianza desde Cuba.
Para suerte del activista, la información comprometedora sobre la AIECC y sus colaboradores no se encontraba en ninguno de esos dispositivos, sino memorizada de manera personal.
De la misma manera, desapareció todo el material y las pertenencias vinculadas a sus labores políticas, como monitores, ahorros y material de apoyo para manifestaciones: cables, megáfonos y pantallas de proyección. Los mismos fueron hurtados de su departamento sin uso de fuerza en las cosas, y sin alterar la cerradura de su residencia. El coste de todo el material robado se calcula en unos 3.600 euros aproximadamente.
Resulta curioso y coincidente el caso de un ciudadano cubano, residente en Madrid y que ha solicitado asilo político en España luego de salir huyendo de Cuba, quien recibió la indicación de los órganos de la seguridad de «destruir, tirarle con todo al mulato de Barcelona», según explica el líder de la AIECC.
Así lo demuestran las recientes declaraciones de una de las más férreas defensoras del gobierno castrista en España: Ana Hurtado, quien recibió de una supuesta «fuente» el expediente de la investigación judicial del opositor cubano. Aspecto que ya ha sido denunciado y puesto en conocimiento del departamento de asuntos internos de la dirección General de la policía.
Hurtado no solo conocía los detalles del caso, sino que los difundió en redes sociales y medios de prensa, lo que supone un incumplimiento a la ley de protección de datos. Esta acción únicamente puede tener como objetivo dañar la imagen del cubano, para tratar de disminuir su influencia en la oposición cubana en España y Europa.
Por lo tanto, además de defender su total inocencia, pide ayuda para recaudar fondos que permitan restituir el material robado, así como para poder pagar el asesoramiento legal en medio de la situación que enfrenta.