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Aduana de Cuba publica números telefónicos para denuncias y sugerencias
“Nos quitan cosas básicas como ropa o alimentos, y a veces ni siquiera explican bien por qué”
La Aduana General de la República de Cuba siempre ha sido el centro de críticas de los viajeros cubanos e internacionales que arriban a la Isla. La institución, que responde a los intereses de la cúpula de poder, es continuamente señalada por implementar fuertes restricciones a las importaciones, cobrar altos aranceles y permitir actos de corrupción entre sus miembros, que son la “primera cara” que ven quienes llegan a Cuba.
Recientemente, la Aduana publicó dos teléfonos para que los ciudadanos afectados se puedan desahogar. La práctica no es nueva y está comprobado que no se resuelve ningún prejuicio en contra de las personas naturales.
“A través de los teléfonos del Departamento de Atención a la Población de la Aduana General de la República (+537 881 97 32 y +537 883 82 81), usted puede expresar sus inquietudes, dudas, sugerencias, denuncias y comentarios”, se puede leer en un mensaje publicado en las redes de la Aduana.
#AduanaInforma| A través de los teléfonos del Departamento de Atención a la Población de la Aduana General de la República:
☎️ +537 881 97 32
☎️ +537 883 82 81Usted puede expresar sus:
✔️Inquietudes
✔️Dudas
✔️Sugerencias
✔️Denuncias
✔️Comentarios
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.#AduanadeCuba pic.twitter.com/wDyllLn9Jj— Aduana de Cuba (@AduanaCuba) January 8, 2025
Muchos cubanos dudan de la efectividad de esta iniciativa. “Podemos llamar y quejarnos, pero nada cambia. Todo sigue igual”, opina una madre que utiliza el envío de paquetes para abastecerse.
Uno de los mayores puntos de fricción entre los ciudadanos y la Aduana es la implementación de decomisos que muchos consideran arbitrarios. Las regulaciones actuales limitan estrictamente la cantidad y el peso del equipaje permitido.
Maletas que exceden los 32 kilogramos son decomisadas o devueltas a su lugar de origen si no se retiran en un plazo de 30 días. Además, en el caso de encomiendas, las autoridades han advertido que reforzarán los controles para confiscar mercancías que no cumplan con sus estrictos requisitos.
Estas restricciones impactan directamente a las familias cubanas que dependen del envío de artículos esenciales desde el extranjero. “Nos quitan cosas básicas como ropa o alimentos, y a veces ni siquiera explican bien por qué”, comenta un viajero afectado.
Las denuncias de corrupción también están en el centro del debate. Viajeros y residentes reportan experiencias negativas que incluyen cobros indebidos por exceso de equipaje, la exigencia de “propinas” para evitar decomisos y la pérdida de pertenencias bajo custodia de la Aduana. Aunque las autoridades han tomado acciones en algunos casos, como la sanción de oficiales en Camagüey, los ciudadanos consideran que las medidas son insuficientes para erradicar estas prácticas.
“Siempre da la impresión de que el trato no es igual para todos. Si pagas por debajo de la mesa, tu equipaje no tiene problemas; si no, te lo confiscan”, denuncia un afectado que pidió anonimato.
A estas quejas se suma el estado precario de los aeropuertos cubanos. La falta de mantenimiento y la crisis energética han afectado los servicios básicos, desde el manejo de equipajes hasta la iluminación de las terminales. Los viajeros frecuentemente reportan retrasos en los vuelos y dificultades para reclamar maletas perdidas.
“Es frustrante llegar al país después de horas de vuelo y encontrarte con que tu equipaje se perdió o que las condiciones en el aeropuerto son deplorables”, expresó un pasajero procedente de Miami.