FARÁNDULA
Alexis Valdés dedica hermoso poema a su hija, la modelo y actriz América Valdés
El comediante expresó su sentir de padre al ver a su hija convertirse en una gran mujer
Alexis Valdés dedica poema a su hija América.(Foto: Alexis Valdés-Instagram)
El multifacético actor cubano Alexis Valdés compartió con sus seguidores en redes sociales unos emotivos versos dedicados a su hija mayor, América Valdés.
Bajo el título “A esa hija que ya vuela”, el querido comediante expresó su sentir de padre al ver a su hija convertirse en una gran mujer.
América es fruto de la relación del artista cubano con la actriz española de origen chileno Paulina Gálvez, de quien se divorció en el año 2009 y con quien también tiene un hijo varón llamado Leonardo.
La joven ha heredado el talento de sus padres y mucho más, pues no solo se inclina por el modelaje, sino también por el mundo del diseño y la actuación.
América se ha desempeñado como diseñadora y posee su propia tienda en la que vende prendas que personaliza con su habilidad para la pintura. En varias ocasiones también se ha sumado a la música junto a su padre con algunos temas.
La joven de 18 años posó para la prestigiosa revista de moda estadounidense Vogue. Así lo anunció ella misma desde su cuenta oficial de Instagram, con imágenes donde aparece junto a otros modelos.
“Estoy en Vogue. Gracias a este equipo”, escribió.
Alexis no pudo contener su orgullo y publicó las mismas imágenes acompañado de unas palabras de gratificación hacia su hija. “¡Mi hija América en la revista Vogue! ¡Esa es mi chica!”, dijo.
A continuación, reproducimos íntegramente el poema escrito por Alexis Valdés
A esa hija que ya vuela.
Un cachorro de mi alma
Dejó mi cueva y mi rumbo
Para probarse el coraje
En las aceras del mundo.
Y yo viéndole alejarse
Con el corazón desnudo
Le pedí a Dios de los hombres
Dale una flor y un escudo.
La flor es para los nobles,
Los que aman, cantan, sienten
Escudo para traidores,
Los que matan roban mienten.
Dale unos ojos bien sabios
Para poder discernir,
Que lo que dicen los labios
No es para medir.
Que los traidores se visten
De nobles para medrar
Y los nobles muchas veces
No sirven para encantar.
Dale un corazón gigante
Como lo es el mar en la noche
Dale fuerza y dale arte
Y hermosura que le sobre.
Que son demasiadas puertas
Las que te tiene que flanquear
Y habrá muchas lamas muertas
Impidiéndole el pasar.
