Alianza Evangélica de Cuba denuncia persecución del Gobierno

A través de la Alianza Evangélica Cubana, que nació a raíz de la discusión publica de la nueva Constitución Cuba, activistas cristianos denuncian que se han afianzado las persecuciones en su contra por parte de las autoridades gubernamentales.

En el sitio Evangélico Digital, el activista cristiano Sandy Cancino describió el acoso que ha sufrido él y otros hermanos de religión, desde que un grupo de denominaciones cristianas se unieron para oponerse a aquellos artículos que consideran pueden afectar a sus congregaciones y de manera especial a sus conceptos de ‘familia’.

“Siempre he tenido el peso de su presencia detrás de mí. Varias veces he sido llamado a testificar”, asegura el líder religioso que cuenta con una importante presencia en los medios digitales con la campaña evangelista Power to Transform.

Aunque no se considera un portavoz de la Alianza, sabe que la existencia de la misma “no es una opción, es una necesidad a nivel institucional”, por lo tanto lucha en buscar estrategias “que puedan prevalecer”.

Sin embargo, esta seguro que “la única forma de prevalecer es estar unidos”.

“Siempre escuché las historias del pasado difícil de la iglesia evangélica en los campos de concentración, que lo vi como solo historia”, sin embargo su actual realidad le permite constatar que desde el Gobierno “hay una política muy perversa que creo que no dará buenos frutos”, asegura.

La Alianza Evangélica aún no tiene un despegue, “y eso es lo que el gobierno quiere, para evitar que otras denominaciones puedan unirse o puedan conocer de primera mano la organización no solo a través de publicaciones. Eso aún no ha sucedido, pero es algo que la Alianza necesita”.

Presión del Gobierno cubano

Sandy Cancino cuenta que “hubo presión incluso antes de que todo comenzara. Desde abril, cuando pudieron presentarse públicamente como una Alianza”.

“El momento clave fue cuando algunos líderes evangélicos fueron invitados a un evento de libertad religiosa en los Estados Unidos, en Washington, y el gobierno decidió limitar la partida de varios pastores. Algunos podrían irse, pero la mayoría no, una situación que podría afectar la credibilidad y la confianza entre ellos”.

Explicó además, “cuando el evento ya había terminado, sabíamos que el gobierno cubano lo catalogó como contrarrevolucionario, y supimos que la salida de estos pastores del país está siendo regulada. Eso es algo que crea incertidumbre sobre la formación de la Alianza Evangélica”.