Ana Margarita Martínez cumple lo prometido y demanda a Netflix por “La Red Avispa”

Ana Margarita Martínez (Foto: Ana Margarita Martínez Facebook-Captura de pantalla Netflix)

Dos firmas de abogados, representantes de la cubanoamericana Ana Margarita Martínez, hicieron llegar la pasada semana a Netflix una carta anunciando que su clienta demandaría a la compañía de streaming por difamación. Específicamente, por la manera “fabricada” en que fue retratada en el filme La Red Avispa (The Wasp Network), informó El Nuevo Herald.

Las misivas, a nombre de Hirzel Dreyfuss & Dempsey, PLLC y Roig & Villarreal, PA, indica que, como la mayoría de los hechos representados en el largometraje, la etiqueta de “basada en hechos reales” es “maliciosamente falsa a sabiendas”.

Asimismo, señalan que Martínez —sin haber sido consultada o contactada— es representada de manera errónea como una persona de “conducta sexual inmoral” y con una vida de lujos presuntamente gracias a los vínculos de su exesposo, el espía Juan Pablo Roque, con redes de narcotráfico y actividades terroristas.

“La demanda es el próximo paso”, alertó Ana Margarita en una reciente entrevista concedida al Nuevo Herald. 

La cinta del realizador francés Olivier Assayas, basada en el libro “Los últimos soldados de la Guerra Fría” del escritor brasileño Fernando Morais, se centra en la historia de cincos oficiales de la inteligencia cubana condenados por espionaje y los sucesos ocurridos el 24 de febrero de 1996 con el derribo de las dos avionetas de la organización Hermanos al Rescate.

El filme cuenta, además, con la participación de los actores Penélope Cruz, Edgar Ramírez, Wagner Moura, Gael García Bernal y Ana De Armas en los papeles protagónicos.

Ficción contra realidad

Martínez, interpretada por Ana De Armas en la película, era una joven madre cuando conoció en los 1990 a Roque, un piloto que presuntamente había escapado de Cuba y quien estaba rehaciendo su vida en Miami. No se enteró de su verdadera identidad, hasta después del derribo de los aviones y este apareció en la televisión de la Isla narrando lo ocurrido.

En las cartas enviadas a Netflix se hace saber el “daño extremo que se le ha causado al nombre y a la reputación de Martínez al representarla de manera ilegal como miembro de una organización terrorista de exiliados cubanos”. También se explica que la película recibió la influencia directa del Gobierno de la Habana, a cambio de que se les permitiera filmar en la Isla.

Por último, se le pide a la empresa de entretenimiento retirar el cartel “basada en hechos reales” e informar a sus clientes que se trata de un “drama de ficción” y corregir públicamente las escenas donde aparece Martínez.