Ancianos en Pinar del Río renuncian a la alimentación por asistencia social: “no puedo seguir botando el dinero”

Tras la implementación de la Tarea Ordenamiento subió el precio de la alimentación ofrecida por el SAF, el cual muchos ancianos en el país no pueden asumir. (Foto: Jaliosky Ajete Rabeiro-Guerrillero)

Ancianos cubanos residentes en la provincia Pinar del Río han decidido prescindir de los servicios del Sistema de Atención a la Familia (SAF) debido a la mala calidad de los alimentos que este ofrece y los altos precios.

“No puedo seguir botando el dinero”, denunció una anciana identificada como Aida por el periódico local Guerrillero, que se acercó a la problemática. Lo que en un principio fue un alivio para la señora de la tercera edad, a pesar de considerarlo caro, luego se volvió un problema, pues “los frijoles comenzaron a llegar muy duros, fríos por la demora en la entrega, y el arroz parecía de menor cantidad”.

Durante la pandemia, el SAF estableció la opción de mensajería para que los adultos mayores no se expusieran a la enfermedad. Sin embargo, en las unidades donde se atendían más de 20 comensales se generó un cuello de botella.

“Algunos reciben, desde entonces, los alimentos cerca de las 11 de la mañana y otros, pasadas las dos de la tarde, con buen tiempo”, indicó el citado medio de prensa. A esto se debe sumar la forma en que la comida es transportada en pleno mediodía, bajo el sol, a pie o en coches tirados por caballos.

A pesar de ello, y del elevado precio tras la implementación de la Tarea Ordenamiento, muchas personas aceptan el sistema porque no tienen otra alternativa. “Me mantuve en el servicio porque no tengo olla arrocera ni ‘reina’, pero fuera del SAF no puedo comprar nada más, ni siquiera algo que venga a la placita, porque mi jubilación es de 1.528 pesos, y la diferencia es corta, tengo además los gastos de la casa”, afirmó Marta Díaz.

La propia subdirectora de Prevención, Asistencia y Trabajo Social de la Dirección Provincial de Trabajo, Belén Martínez Martos, reconoce que los “precios están muy elevados”. El tema ha sido discutido, según afirmó, “hasta en los consejos de la administración y en las reuniones de la distribución. Es una queja reiterada que llega a través de los trabajadores sociales. Siempre decimos que no se corresponde con la calidad y el gramaje, y como respuesta nos explican que es por ficha de costo”.

Dicha situación ha obligado a revisar los servicios del SAF, pues “un grupo importante de comensales” se ha dado de baja. “La causa fundamental son los precios y a los jubilados se les da una ayuda parcial, no total y tampoco a todos, sino según la situación del núcleo familiar”.

Uno de los elementos que incide en el elevado costo de la alimentación ofrecida es el abastecimiento para conformar el menú. La variedad de los platos y su frecuencia está regulada por el Ministerio, pero cuando no llegan, por ejemplo, el huevo, los cárnicos, el pollo, “no se puede alternar, y por eso ocurre que reciben el mismo plato fuerte varias jornadas”.

Sin embargo, el problema no es “repetir el plato fuerte”, sino buscar la “manera para que el precio no supere los 13 pesos en cada ingesta”. Alexander Carrillo Salazar, especialista principal del SAF y Merienda Escolar del Grupo Empresarial de Comercio, dijo que “por eso, si hay pollo tenemos que balancear con otro plato más barato o se encarece el servicio”.