Apagones limitan el acceso a la información de los cubanos ante la explosión del Saratoga

Muchos cubanos no han podido seguir las informaciones que se originan desde la Habana Vieja sobre la destrucción del hotel Saratoga, tras la explosión provocada por una fuga de gas. La razón es que han estado sometidos a apagones, ya que el país atraviesa un nuevo periodo de tensión asociado a la crisis energética, presente desde hace meses.

De acuerdo con una nota de la Unión Eléctrica, en la actualidad hay nueve centrales termoeléctricas fuera de servicio. Las causas son múltiples: averías, reparaciones y roturas imprevistas.

Por ejemplo, la unidad 1 de la Termoeléctrica Lidio Ramón Pérez, en Felton, con 220 MW, y la unidad 3 de Carlos Manuel de Céspedes, en Cienfuegos, con 150 MW, salieron del sistema tras una emergencia.

Ello se sumó a otras tres unidades que estaban pendientes de reparación por avería, y otras cuatro donde se ejecuta un mantenimiento programado que durará varias semanas.

La única buena noticia ofrecida en la nota de prensa es que ya entraron en funcionamiento la unidad 1 de la Termoeléctrica de Felton, la unidad 3 de Carlos Manuel de Céspedes y la unidad 5 de la Termoeléctrica de Nuevitas, con 105 MW. No obstante, esto no es suficiente y la programación de bloques de apagones en todas las provincias se ha vuelto a activar.

Cada sucursal de la empresa eléctrica en las provincias promete que el cronograma de apagones no debe afectar más de cuatro horas seguidas a cada circuito. Aunque en muchas ocasiones las promesas no se cumplen, y los periodos de oscuridad se alargan más allá en el tiempo.

Los otros medios para generar electricidad con los que cuenta la Unión Eléctrica son los baterías de grupos electrógenos que trabajan a base de diésel. Sin embargo, los directivos de dicho organismo reconocieron que “existen limitaciones con el combustible diésel que afecta la disponibilidad de la generación y la distribución a los servicentros”.

La escasez de combustible que hay en la Isla se ha agudizado en los últimos meses tras el desabastecimiento provocado por la falta de envíos de petróleo desde Venezuela. Con la subida de los precios del crudo, el gobierno de Nicolás Maduro cerró el grifo hacia la Isla.

En el mes de abril, Cuba recibió desde Caracas 70.000 barriles diarios que incluyeron crudo, diésel, gasóleo, coque de petróleo y fuel oil.