Aprueban una empresa portuguesa en el Mariel, es la número 49 en seis años

Ecoplast SA, ese es el nombre de la empresa de capital portugués que fue aprobada por el gobierno cubano para iniciar operaciones en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), y que estará dedicada a la producción de artículos plásticos y moldes, reporta la corresponsal de la agencia EFE en Cuba.

Esta empresa es a penas el negocio número 49 que es aprobado por la burocracia comunista en seis años de pleno funcionamiento de la ZEDM, cuyo principal objetivo era atraer la inversión extranjera directa a la Isla, necesitada de un flujo de al menos dos mil millones de dólares anuales por esa vía, según la planificación socialista.

A Ecoplast se le otorgó un permiso por un periodo de 25 años y se encuentra enclavado dentro de la zona referida al Parque Industrial de ViMariel SA, según informó la web oficial de la ZEDM.

De igual forma se detalla que “la empresa utilizará materiales como polietileno, polipropileno y PVC para la fabricación de diversos artículos plásticos, todos con una alta demanda en Cuba como frascos de medicamentos, envases para artículos de higiene, bidones, vasos, platos y otros depósitos para alimentos”.

El gobierno cubano importa toda clase de plásticos pues las fábricas cubanas como Cepil no dan abasto con la demanda interna de estos artículos.

Ecoplast SA es una filial de la empresa de Portugal Enpromoulds Moulds Engineering & Production Ltda., con más de dos décadas en el negocio que se dedica además a la transformación de plásticos, papel, cartón y caucho y ofrecerá servicios de mantenimiento, reparación y recapitalización de equipos asociados a los moldes.

De los 49 negocios de la ZEDM figuran 20 países pero los más representados con España, Rusia, México, Brasil, China, Vietnam, Francia y Alemania.

La construcción de este enclave marítimo fue llevada a cabo por la empresa brasileña Odebrecht, que lo dio por terminado el primero de noviembre de 2013. Posteriormente se han desatado una serie de escándalos de corrupción en torno a la empresa que utilizaba prebendas para agenciarse con contratos públicos con la anuencia del Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES) bajo los gobiernos del Partido de los Trabajadores liderados por Lula Da Silva y Dilma Rouseff.

En el caso del Mariel se invirtieron cerca de 800 millones de dólares, gran parte de los cuales provino de un fondo del BNDES.