Arturo Sandoval rememora su tiempo en las cárceles cubanas por escuchar jazz

El famoso trompetista cubano Arturo Sandoval, quien reside en Miami, recordó hace algunas horas en una entrevista para un medio de prensa anglosajón que en la década del setenta estuvo preso durante tres meses por escuchar jazz.

“Estaba cumpliendo mis tres años de servicio militar obligatorio. Estaba escuchando la Voz de América Jazz Hour en mi radio de onda corta cuando el sargento me atrapó. Dijeron que estaba escuchando la voz del enemigo. Es muy difícil de entender. Es algo en contra de cualquier lógica”, conto el trompetista de 70 años que se encuentra en Mumbai para presentarse en el Festival de Arte Agregado del Centro Nacional para las Artes Escénicas.

El 19 veces nominado a los premios Grammy, y ganador en 10 de esas ocasiones exhibe orgulloso sus logros por atreverse a escuchar “la música de los imperialistas”, como se describió el jazz en la Cuba de Fidel Castro.

Sobre sus tiempos en la Orquestra Irakere de la familia Valdés, dijo “nos fuimos para comenzar en Irakere porque una banda más pequeña ofrecía muchas más posibilidades de tocar la música que queríamos. Lo que hicimos fue tocar ritmos afrocubanos y debajo improvisamos bebop”.

“Había un gran espíritu. Estuvimos jugando juntos muchos años antes de Irakere. Nos conocíamos muy bien. Teníamos muchas cosas en común. Nos encantó el jazz. Queríamos desarrollar una especie de sonido nuevo. Nos lo pasamos muy bien”.

No fue hasta 1990 cuando Sandoval decidió quedarse en el extranjero durante una gira de conciertos. Casi tres décadas después de ese suceso el músico cubano mereció la Medalla Presidencial de la Libertad otorgada por el gobierno de los EEUU.

“Nacido en la pobreza en Cuba y retenido por su gobierno, arriesgó todo para compartir sus dones con el mundo. Ha inspirado al público en todos los rincones del mundo y ha despertado a una nueva generación de grandes artistas”, dijo en su momento el presidente Barak Obama al darle el reconocimiento.

La búsqueda de la libertad, dijo el trompetista, ha caracterizado mi vida y mi arte es por ello que “Odio a los dictadores y la represión. Amo la libertad y creo que lo más importante en la vida es la libertad. Libertad es la palabra más bella del diccionario”.