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Así será el funeral del príncipe Felipe de Edimburgo el próximo sábado
A la ceremonia acudirán solo treinta personas de la familia real
Las exequias fúnebres del príncipe Felipe de Edimburgo se realizarán el próximo sábado a las 3 de la tarde en la capilla de San Jorge, en Windsor y será transmitida en vivo para todo el mundo.
A la ceremonia, que comenzará con un minuto de silencio, acudirán solo treinta personas de la familia real, incluyendo al príncipe Harry, bajo estrictas medidas de seguridad por motivo de la pandemia del coronavirus.
De acuerdo a las autoridades inglesas todos los participantes deberán mantener una distancia de 2 metros entre ellos y usar el cubrebocas obligatoriamente.
No obstante, la reina Isabel II sí podrá mantenerse rodeada de cerca por los integrantes de su propia burbuja personal, en caso de que necesite ser asistida.
A partir del deceso de quien fuera el esposo de la monarca inglesa por más de 70 años se han recibido varios mensajes en su honor.
El príncipe Carlos compartió este sábado un mensaje con un tono muy emotivo y cercano. Carlos habló desde Highgrove, su hogar en Gloucestershire, para rendir un tributo muy especial a su padre:
«Quiero recalcar que mi padre, durante los últimos setenta años, estuvo sirviendo devotamente y de la mejor forma posible, no solo a la reina, también a mi familia y al país, incluso a la totalidad de la Commonwealth. Como pueden imaginar, mi familia y yo le extrañamos enormemente». También añadió en un tono muy personal que «mi querido papá era una persona muy especial, quien estaría impactado por tantas cosas buenas que se están diciendo estos días acerca de él».
La reina compartió desde sus redes también unas conmovedoras palabras:
«Él ha sido, sencillamente, mi fortaleza durante todos estos años. Mi familia y yo, este país y muchos otros, le debemos mucho más de lo que él nunca reconocería o podamos llegar a saber», expresó la reina acerca de su esposo.
Junto a una imagen de ambos sonrientes, Isabel II escribió esta sentida dedicatoria a su esposo.
Unas palabras que denotan el profundo amor que la reina profesa por su marido. Siempre a su sombra, pero a la altura, el duque de Edimburgo se caracterizó por su discreción y entrega absoluta a la corona. Amante de su familia y los suyos, supo estar en un segundo plano sin exigencias, solo lealtad.
Un comportamiento que tanto su familia como el pueblo británico ha agradecido en sus múltiples muestras de amor y cariño tras su partida.