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Atacan con piedras a ómnibus de transporte público en La Habana
Según las autoridades del Ministerio del Interior, la participación de la población fue clave para capturar a los responsables

El servicio de transporte público en La Habana atraviesa una de las peores crisis de su historia. (Foto © Periódico Cubano)
Un nuevo episodio de vandalismo con violencia contra el transporte público de La Habana tuvo lugar en el parque de Fábrica, cuando un ómnibus fue atacado con piedras. El incidente provocó la rotura de varias ventanas de vidrio.
Según una nota de la Empresa de Provincial de Transporte de La Habana, la unidad afectada fue el ómnibus 5229 que cubría la ruta 23 de la Terminal de Lawton.
“Gracias a la actuación de la población y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) se capturó a varios participantes del suceso. Hechos como estos son repudiables y conspiran contra la mejora de la calidad de vida de nuestro pueblo y nuestros servicios, por lo tanto, los condenamos enérgicamente”, refiere la escueta nota de prensa.
El comunicado oficial no identifica a los atacantes y tampoco menciona cuál habría sido el motivo del apedreamiento. Hasta el momento, no hay nadie que se haya atribuido públicamente el ataque.
No obstante, esta no es la primera vez que un ómnibus de transporte público en la capital cubana es atacado. Un incidente similar tuvo lugar en abril de 2024 cuando una guagua de la ruta A27 fue impactada por varias piedras mientras estaba en la parada de 26 y Puentes Grandes. El ómnibus 9002 sufrió el impacto de una piedra que astilló el cristal de la cabina del conductor.
Poco después, otro incidente ocurrió en la parada de La Virgen del Camino, donde el autobús 8456, que cubría la ruta A62, fue blanco de un apedreamiento masivo. Este ataque también dejó daños materiales y, aunque no se registraron víctimas graves, el conductor sufrió lesiones.
Asimismo, las autoridades del transporte en La Habana también reconocieron públicamente un ataque al autobús 5500 de la Ruta 55. El vehículo fue impactado por un trozo de ladrillo mientras iba por la intersección de la calle 214.
La respuesta de las autoridades y la falta de medidas preventivas ante estos hechos han sido fuertemente criticadas por los usuarios. En las redes sociales, varios ciudadanos expresaron su descontento por la falta de seguridad y la ineficacia de las fuerzas del orden para detener a los responsables.
El servicio de transporte público en La Habana atraviesa una de las peores crisis de su historia, exacerbada por el deterioro de la infraestructura y la falta de inversión en la flota de vehículos. Según datos oficiales, desde 2019, la flota de ómnibus nacionales ha disminuido un 48%, pasando de 464 unidades a solo 239 a finales de 2024. Esta reducción ha generado una gran presión sobre el servicio, dejando a los usuarios con menos opciones de transporte y con unidades cada vez más deterioradas.
La escasez de repuestos y el mal estado de las carreteras son factores que agravan esta crisis. Los ómnibus, en su mayoría antiguos y mal mantenidos, enfrentan constantes averías, lo que aumenta el riesgo de accidentes y la incomodidad para los pasajeros. Además, el alto costo de los repuestos y la falta de divisas dificultan aún más la renovación de la flota y la mejora del servicio.
El deterioro del transporte público es solo una de las manifestaciones del fracaso estructural del sistema en Cuba. El gobierno ha intentado justificar la situación del transporte público alegando la crisis económica que en su criterio es provocada por el “bloqueo de EEUU”.
Sin embargo, para que el primer ministro Manuel Marrero viaje con su esposa por África sí hay recursos suficientes. Ello demuestra una gran hipocresía y un desprecio total por el pueblo cubano, al cual se le piden sacrificios mientras la élite gobernante anda en aviones privados y una flotilla de autos de lujos.
