Autorizan en EEUU la venta de carne de pollo cultivada en laboratorio

El proceso de cultivo de carne en laboratorio se basa en la tecnología de la bioingeniería y la biología celular, donde se busca replicar las características organolépticas de la carne tradicional. (Foto referencial: Periódico Cubano)

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos otorgó el permiso de comercialización de carne de pollo cultivada en laboratorio a las empresas Upside Foods y Good Meat, que llevaban años de estudios y ensayos en esta materia.

La medida marca un hito sin precedentes, pues los consumidores estadounidenses serán los segundos en el mundo, después de Singapur, que tendrán acceso a este tipo de carne. Además, promete revolucionar la industria alimentaria, la crianza de pollos y la ganadería.

Josh Tetrick, director ejecutivo de Good Meat, afirmó que esta aprobación representa “un momento importante para nuestra empresa, la industria y el sistema alimentario”.

Según Uma Valeti, director ejecutivo de Upside Foods, la venta comercial de carne cultivada en laboratorio en EEUU “cambiará fundamentalmente cómo llega la carne a nuestra mesa”. Ambas empresas ya habían recibido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), que inspecciona los procesos productivos en busca de la inocuidad de los alimentos.

El proceso de cultivo de carne en laboratorio, también conocido como carne cultivada, se basa en la tecnología de la bioingeniería y la biología celular. Comienza con la obtención de una pequeña muestra de células animales, como células musculares o células madre, de un animal vivo. Luego se colocan en un medio de cultivo, que contiene nutrientes y factores de crecimiento necesarios para que las células se multipliquen y se desarrollen.

Posteriormente, se colocan en biorreactores, que son estructuras similares a tanques de fermentación, donde se les proporciona un entorno óptimo para su crecimiento. Los biorreactores controlan condiciones como la temperatura, la concentración de oxígeno y los niveles de nutrientes para garantizar un crecimiento adecuado de las células. Durante este proceso, los científicos también pueden utilizar técnicas de ingeniería de tejidos para mejorar la textura y el sabor de la carne cultivada.

La similitud en sabor y textura entre la carne producida en laboratorio y la carne convencional es un objetivo clave para los productores. Se busca replicar las características organolépticas de la carne tradicional, para que los consumidores no perciban una diferencia significativa al degustarla.

Sin embargo, es justo decir que el sabor es una percepción personal que puede variar entre los consumidores, por lo que algunas personas pueden notar diferencias sutiles o tener preferencias individuales en cuanto al sabor.

La producción de carne en laboratorio presenta ventajas potenciales en términos de sostenibilidad ambiental, bienestar animal, seguridad alimentaria y avances tecnológicos. Sin embargo, se enfrenta a desafíos relacionados con el alto costo de producción, la aceptación del consumidor y las regulaciones gubernamentales.