FARÁNDULA
Bad Bunny enfrenta demanda millonaria por parte de su ex
Carliz De La Cruz pide 40 millones de dólares por indemnización tras el uso sin autorización de un audio suyo
El músico y la abogada puertorriqueña sostuvieron una relación entre 2011 y 2016. (Captura de pantalla: Bad Bunny – YouTube)
Bad Bunny, junto al sello Rimas Entertainment, enfrenta una demanda impuesta por Carliz De la Cruz Hernández, expareja del cantante, por el uso desautorizado de su voz en dos canciones. La abogada puertorriqueña exige una compensación cercana a los 40 millones de dólares por violación de derechos de imagen, derechos morales de autor y daños y perjuicios.
El artista habría utilizado sin permiso un fragmento de una grabación en la que De la Cruz dice “Bad Bunny, Baby”, según expresa el informe presentado ante el Tribunal de Primera Instancia de San Juan, Puerto Rico.
Benito Martínez, como se nombra legalmente el cantante, inició su relación con la jurista en el año 2011. El archivo de voz habría sido grabado en 2015 cuando decidieron incluir la palabra «Baby» seguida del nombre artístico del boricua. En busca de un resultado más original, ambos acordaron que fuese ella quien recitara la oración, de ahí que el Conejo Malo le pidiera ese mismo año un audio repitiendo la conocida frase.
La grabación fue reutilizada en el tema Dos mil 16, perteneciente al disco Un verano sin ti. De la Cruz, por su parte, alega que para entonces el equipo legal del reguetonero le contactó en busca de un acuerdo que rechazó tiempo antes del lanzamiento del álbum. “Sin embargo, al otro día se publicó y se vendió el disco que contenía la voz de la demandante sin importar si daba su consentimiento para el uso de su voz o no, es decir, su identidad”, describe el documento que recoge la demanda.
La joven asegura que su voz también ha sido utilizada en varios conciertos de la reciente gira de Bad Bunny por Puerto Rico, República Dominicana y Estados Unidos.
La ex del intérprete de Titi me preguntó sustenta su argumento sobre la base de daños y perjuicios, y manifiesta haber sentido “preocupación, angustia, intimidación, agobio y ansiedad” a partir de que su identidad fuese hecha pública. “La situación para De La Cruz se tornó inmanejable, al punto de que tuvo la necesidad de comunicarse con múltiples psicólogas en busca de ayuda lo más pronto posible”, asevera el documento.
La demanda fue impuesta a inicios de marzo de 2023 y, así como involucra a Benito Martínez y Rimas Entertainment, también está dirigida a Noah Assad Byrne, manager del cantante.
