Banco Central de Cuba advierte de conducta ilegal para los que venden CUP en efectivo a cambio de transferencia

Los tenedores de grandes cantidades de CUP en efectivo lo venden a cambio de una transferencia bancaria con el 10% de comisión. (Foto: Periódico Cubano)

El corralito bancario disfrazado de “bancarización” por las autoridades comunistas ha traído como consecuencia la aparición de un nuevo negocio y es la venta de pesos cubanos (CUP) en efectivo que se cotizan un 10% más caro que el peso bancarizado, es decir, el que se opera con una transferencia bancaria.

De acuerdo con el vicepresidente del Banco Central de Cuba (BCC), Alberto Quiñones Betancourt, el negocio de vender CUP en efectivo es “ilegal” al ir contra lo legislado en la Resolución 111. Igualmente, prolifera la práctica de los comerciantes privados de cobrar una comisión extra para aquellos que pagan por medio electrónicos.

“El cobro de comisiones a las personas que requieren o desean efectuar el pago electrónico; y también de las personas que ofrecen dinero en efectivo contra mayor cantidad por transferencia son violatorias de la Resolución 111, que establece que todos los canales tienen que estar en igualdad de condiciones en el momento de realizar el pago”, declaró Quiñones Betancourt en entrevista con el diario oficialista Granma.

Por ejemplo, para contratar un terminal de punto de venta (POS) los emprendedores cubanos que ofrecen servicios o productos tienen que contratar el medio de pago a Fincimex. Esta entidad estatal cobra una comisión por cada transacción de pago, por lo cual es probable que el dueño traslade ese costo al consumidor final.

El directivo del BCC fue optimista al decir que “a partir de que el proceso de bancarización comience a aplicarse de una forma más específica con determinados actores económicos, que cumplan con lo que está normado en esta Resolución 111, se empezará a notar un efecto más positivo en el servicio, y también en las posibilidades de la población con relación a los servicios financieros”.

Adicionalmente, detalló que “la Resolución 111 lo que trata es de, por vía normativa, establecer los principios como la gradualidad e igualdad en todos los actores económicos, con la intención de acelerar la bancarización donde existan las condiciones y, donde no existan estas, crearlas”.

Por otra parte, se reconoció que los trabajadores de los bancos no estaban preparados por este paso forzado y acelerado hacia la bancarización que se debe culminar en los próximos seis meses.

“Siguen llegando todavía preocupaciones sobre las respuestas que se dan en las oficinas bancarias, lo cual nos da el llamado de alerta de que aun esos trabajadores no están bien preparados para enfrentar la respectiva Resolución”, señaló Quiñones Betancourt.