Banco Central de Cuba enumera “los beneficios” de operar con una cuenta bancaria fiscal

A los artistas y campesinos el gobierno les da 60 días hábiles para que abran sus cuentas fiscales; de lo contrario, será imposible que operen su negocio. (Foto: Periódico Cubano)

Desde el pasado 1 de noviembre, fue publicada en la Gaceta Oficial la Resolución 245/2023, que obliga a los campesinos y artistas cubanos a tener cuentas bancarias fiscales para poder operar en sus actividades cotidianas. Estas cuentas deben contar con sistemas de pago electrónico para la comercialización de bienes y servicios. Aquellos que no cumplan con esta normativa enfrentarán sanciones conforme a la legislación tributaria vigente.

Poco más de una semana después, el Banco Central de Cuba (BCC) intenta matizar la obligatoriedad exponiendo una serie de supuestos beneficios para los titulares de estas cuentas; sin embargo, su publicación ha generado intensas críticas y cuestionamientos.

Beneficios de la cuenta bancaria según el BCC

1. Transparencia en las operaciones económicas.
2. Orden en los movimientos financieros.
3. Base sólida para el pago de tributos.
4. Refuerzo en el control fiscal.

Voces críticas tanto de economistas como emprendedores cubanos

El ciudadano Oniel Santana, desde su cuenta en Facebook, comenta que ninguno de esos beneficios son para el cubano, pues todos se concibieron desde el punto de vista del Estado. “Beneficios para cuentas fiscales fuera que generaría intereses, esto provocaría que todo el mundo aprovechara su cuenta fiscal y fomentara que todos depositen”.

Otra propuesta de Santana sería que “de esa cuenta se pudiera comprar divisas, criptomonedas u otra opción para pagarle a proveedores en el extranjero. Si Metropolitano, BANDEC o BPA no tienen esto planteado, entonces qué se hace con BFI o BEC. ¿Para qué existen? ¿Si no les brindan garantías a los clientes? Beneficios sería que las cuentas corrientes fueran privadas. Beneficios sería que existiera la banca privada en este país y no esa que practican ustedes, que solo es un mecanismo de control y no de servicios financieros”.

Raúl Cordero comparte su frustración por la ineficiencia en la obtención de la tarjeta de cuenta fiscal, impidiéndole ejercer su profesión y convirtiéndolo en deudor de la ONAT sin justa causa.

Por su parte, José Antonio Solana Fernández expresa su descontento recordando la incautación de divisas de cuentas en el Banco Metropolitano, una acción del Estado que considera injusta y demanda la restitución o compensación adecuada de estos fondos.

“Hay muchos que no pueden disfrutar los beneficios de sus cuentas que tenían en divisas en el Banco Metropolitano, donde el Estado les depositó de manera dirigida y controlada una parte del salario que devengaron en dólares y euros durante años en misiones en el exterior, separados de sus familias, en condiciones muy difíciles y algunos hasta jugándose la vida, para muchos el único ahorro en toda su existencia, y con el llamado ‘ordenamiento’ -por decisión del Banco Central de Cuba- les incautaron dichas monedas sin previo aviso y como consuelo les entregaron un Certificado de Depósito hasta que el país tuviera ‘disponibilidad’ de las mismas”, acotó.