Bebé con problemas para respirar muere por una negligencia médica en Granma

La activista Diasniurka Salcedo Verdecia denunció que un bebé de su familia murió por negligencia médica en el Hospital Infantil Hermanos Cordové, ubicado en el municipio de Manzanillo, provincia de Granma.

El niño, quien tenía ocho meses y se llamaba Donel Verdecia Martínez, fue hospitalizado porque presentaba problemas para respirar.

Arisleidy Montero Figueredo, doctora en turno, pidió a los enfermeros que colocaran un aerosol al bebé, pero como el niño daba muchos gritos y forcejeos se decidió cambiar este medicamento por hidrocortisona, además lo dio de alta de inmediato alegando que el problema de salud no era motivo de ingreso.

Alrededor de las 5:00 a.m., presentó otra vez problemas para respirar y su cuerpo se puso cianótico, es decir, tenía en tono azulado. Sus padres de inmediato lo llevaron al hospital donde fue internado en terapia intensiva y momentos después perdió la vida.

La opositora comentó que a las 3:00 p.m. de eses día, los padres dieron sepultura al menor.

“¡Miren para acá comunistas! Este bebé es de mi familia y si me conocen, saben que yo con los niños no quiero cuento, quiero ¡Verdad! Nada en el mundo va a calmar el dolor de la familia, pero quiero a todos los responsables tras las rejas”, manifestó la activista.

Salcedo Verdecia, en otro post, exigió al ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, que explique por qué sucedió la muerte del niño y el caso se ha visto como un delito, porque la doctora negó ingresarlo y lo regresó a su casa.

Los casos de negligencia médica en Cuba son muy comunes debido a la escasez de medicinas, la precaria infraestructura de los centros de salud y la falta de preparación de los médicos en turno.

En abril pasado, un bebé recién nacido perdió la vida por la situación en un hospital de la provincia de Guantánamo, ya que los médicos no procedieron a realizar una cesárea a tiempo.

La madre del pequeño llegó con dolores al centro de salud, pero los galenos argumentaron que lo mejor era el parto natural, situación que retrasó el nacimiento del niño por un lapso de tres días.

La madre empezó a expulsar una sustancia verde que al principio fue considerado como líquido vaginal, pero luego se descubrió que el bebé había defecado por estar listo para nacer y sus desechos se combinaron con líquido amniótico.

Tras el parto, el menor fue llevado a terapia intensiva y murió en menos de 72 horas.