Boxeadores cubanos detenidos por el 11J comienzan carrera profesional en Miami

Los deportistas se unieron a la compañía promotora Mancini-Rivalta Boxing. (Collage: Ernesto Orta – Facebook y Víctor Abreu – Instagram)

A casi un año de las protestas contra el régimen cubano, ocurridas los días 11 y 12 de julio, aún están saliendo a la luz historias de jóvenes para los que su participación ese día, ha significado un cambio radical en sus vidas.

Los boxeadores cubanos Víctor Abreu y Ermes Orta fueron dos de las víctimas que sufrieron el acoso de la dictadura y prácticamente se vieron obligados a abandonar el país. Al igual que muchos de sus compatriotas, partieron rumbo a Estados Unidos cruzando varias fronteras centroamericanas hasta lograr sus objetivos.

Hoy creen haber tomado la mejor de las opciones. Esto se debe a que en menos de un año ya han comenzado su desarrollo a nivel profesional. Ambos se unieron a la compañía promotora Mancini-Rivalta Boxing.

Abreu, el joven natural de la provincia de Cienfuegos, debutó como profesional el pasado 7 de mayo en el Hialeah Park Racing Casino, donde venció por nocaut a su oponente.

Sin embargo, según contó, sus días luego del 11J fueron terribles. Según se observa en un video publicado por América TeVe, el cienfueguero fue arrestado y subido a un camión de la policía junto a su esposa, el mismo día de las manifestaciones.

“Eso fue cerca de mi casa, y yo fui porque quería participar, unirme a los jóvenes cubanos que estaban exigiendo los derechos y no estaban haciendo nada malo”, así contó Abreu al canal.

Añadió que desde ese momento el hostigamiento por parte de la Seguridad del Estado fue constante. “Si no hubiera venido para acá, estuviera preso ahora mismo”, confesó acerca de cómo cree que hubiese sido su futuro, de haber continuado viviendo en Cuba.

 

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Un caso similar ocurrió con Orta, quien era residente en la central provincia de Sancti Spíritus, y también mostró su descontento aquel histórico día. A diferencia de Abreu, este no fue detenido el mismo día, sino el 16.

Sucedió cuando se encontraba en la casa de una amistad junto a otros jóvenes, que al igual que él, terminaron en prisión. Lugar donde permaneció durante una semana, sin que les dieran muchas explicaciones.

De acuerdo con sus declaraciones, la fiscalía lo acusó de los delitos de asociación para delinquir y desacato, pero finalmente no fue procesado y solo tuvo que pagar una multa administrativa de 15,000 pesos cubanos.

Historia de Orta. (Captura de Instagram)

Según cuenta, preguntó a la policía cubana: “¿Cómo van a hacer para dejarme tranquilo?”, pues tenía la seguridad pendiente a todos sus movimientos. “Todo el tiempo, llamándome, citándome… No me dejaban entrenar. Me dijeron: ‘Lo único es irte del país, o terminas preso’”, explicó.

Por suerte, a solo dos meses de haber llegado a Miami, ya tiene programado su primer combate a nivel profesional, algo que deberá suceder en septiembre próximo.