California prohíbe autos de diésel y gasolina: solo coches eléctricos para el 2035

El estado de California prohibirá la venta de autos de diésel y gasolina para el año 2035, cuando solo podrán comercializarse vehículos eléctricos. California, que si fuera un país independiente ocuparía la quinta posición de la economía global, se convierte en el primer territorio de Estados Unidos que impulsa una ley semejante, la cual tendrá repercusiones a gran escala.

La normativa forma parte del plan para combatir el cambio climático, que implica acelerar la transición hacia los vehículos eléctricos y se apoya en las recientes políticas dictadas desde la Casa Blanca.

“La crisis climática se puede resolver si nos enfocamos en los grandes y audaces pasos necesarios para detener la ola de contaminación por carbono”, dijo Gavin Newsom, el gobernador demócrata de California.

Los vehículos de pasajeros representan el 29% de las emisiones de gases de efecto invernadero de California, más que cualquier otra fuente, incluidas todas las fábricas y centrales eléctricas.

De acuerdo con el diario The New York Times, el bastión del Partido Demócrata implementará la ley de forma parcial para que los coches eléctricos vayan ganando cuota de mercado año con año. En la actualidad, solo el 12% del total de autos nuevos que se venden son cero emisiones contaminantes por no realizar la combustión interna de hidrocarburos.

Pretensiones oficiales estiman que para el 2026 la cifra suba a 36%; y en el 2030, cinco años antes de la prohibición absoluta, los autos eléctricos ocupen el 68% de todas las nuevas ventas.

Uno de los incentivos federales de la agenda climática de Joe Biden, y que ya entró en vigor, es un subsidio de 7.500 dólares para todos los estadounidenses que compren un auto eléctrico. Si bien la subvención ya está disponible, hasta el momento pocos carros cumplen con los requisitos para el programa de apoyo económico.

Para acceder a los 7.500 dólares, los estadounidenses deben comprar un coche que haya sido construido en México, Canadá o EEUU. Además, en el caso de los componentes para su batería, solo el 50% debe estar construido en el extranjero para el 2024; y para el 2028, la totalidad de la batería tiene que producirse en alguno de estos tres países de América del Norte, que tienen en conjunto un tratado de libre comercio.

El objetivo es reducir la dependencia de China y el control que ejerce el gigante asiático sobre las cadenas de suministro. Actualmente, muchos de los materiales que se utilizan en un vehículo eléctrico, como los metales raros, provienen de China, República Democrática del Congo y Myanmar.