El Banco de Fomento Agrícola, otra incompetencia del régimen: campesinos se quejan

En opinión del campesino: “evidentemente falta capacitación y agilidad para hacer de esta herramienta, que es el Banco de Fomento Agrícola, algo efectivo”. (Foto: Periódico Cubano)

En septiembre de 2021, el gobierno cubano anunció con bombos y platillos la creación del Banco de Fomento Agrícola, que tendría disponible en un primer momento 1.800 millones de pesos para otorgar créditos a campesinos con bajas tasas de interés, alrededor del 1.5%.

Sin embargo, tras lo primeros meses afloran los incumplimientos, la burocracia y los atrasos de parte del Estado que laceran el trabajo de los cubanos que trabajan la tierra.

De acuerdo con un artículo publicado en el diario oficialista Granma, los campesinos de Guantánamo sufren en carne propia el mal trabajo estatal, al punto de que solo 200 de ellos han pedido créditos del programa y solo unos pocos logran concretarlo.

“Realmente hay muy pocas solicitudes hasta la fecha, en relación con la cantidad de productores de la provincia, y a juzgar por los beneficios que da el Banco”, explica Magda Rodríguez Mestre, directora del Banco de Crédito y Comercio (Bandec) en el extremo oriental de Cuba. Esta institución asumió sobre su red nacional la creación del Banco de Fomento Agrícola.

Sin embargo, experiencias como la de José Miguel Hernández Lías, de la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Lino Álvarez, en el municipio de Guantánamo, esclarecen la apatía de los productores agrícolas hacia el banco.

Hernández Lías nunca había pedido un crédito bancario en sus más de 30 años de labor en la finca La niña, no obstante, ahora se animó, pero su experiencia ha sido nefasta. Pidió 250.000 pesos cubanos para sembrar dos hectáreas de plátanos. Le prometieron que en una semana todo estaría listo, sin embargo, pasaron meses y al final no le aprobaron todo lo que solicitó.

En marzo pasado entregó todo su expediente con la documentación en regla y en Bandec le dijeron que en siete días recibiría la respuesta. No fue hasta finales de mayo cuando le dieron solo la mitad del dinero.

La naturaleza no espera por la burocracia comunista y el productor en la espera del dinero no pudo tener la tierra lista, por lo cual perdió parte de la inversión que hizo en semillas, ascendente a unos 40.000 CUP. Actualmente, solo crecen 2.000 plantas de plátano, de las 8.000 que había previsto al momento de describir el proyecto para la aprobación del crédito.

“La idea era en mayo para, con las lluvias, tener todo listo. Terminaré, con suerte, en estos días, y la cosecha del año próximo estará en peligro porque coincidiría con la temporada ciclónica”, expresó Hernández Lías.

Ahora, además de asumir las pérdidas de su cultivo por el involucramiento del Estado, debe devolverle al banco estatal el dinero prestado, más un interés del 1.5% sobre el monto total.

Un problema similar le sucedió a José Pelegrín García, de la misma CCS, quien, de 78.000 CUP asignados para una hectárea de plátano burro, solo obtuvo “25 000, tras mucho insistir”.

En opinión del campesino: “evidentemente falta capacitación y agilidad para hacer de esta herramienta, que es el Banco de Fomento Agrícola, algo efectivo”.