Cancelan Carnaval de Río de Janeiro por aumento de contagiados de COVID-19

El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, confirmó la cancelación del famoso Carnaval de Río de Janeiro pues la situación epidemiológica de la urbe brasileña está muy complicada, debido al alza en los contagios de COVID-19 provocados por la variante Ómicron.

Desde las festividades por Navidad y fin de año, el número de casos positivos en la ciudad ha aumentado de manera exponencial y los pronósticos no prevén que la situación vaya a mejorar.

La tradicional festividad estaba planeada para la semana del 25 de febrero al 1 de marzo, pero la gran cantidad de personas que debían participar en espacio reducido no aconseja la celebración del carnaval.

Las escuelas de samba y el paso de los bloques callejeros son dos de los eventos principales de esta fiesta que atrae cada año a millones de personas, pero ahora vieron truncados sus deseos de participar.

La alcaldía de Río de Janeiro, precisó que hasta el momento el carnaval de las escuelas de samba, denominado el Sambódromo de Marquês da Sapucaí, no será cancelado pues se piensa reducir el aforo a solo 70 mil personas. Los demás espectadores deberán conformarse con ver el evento por el televisor.

Sin embargo, los pocos asistentes presenciales tienen que cumplir con estrictos requisitos sanitarios como presentar un esquema de vacunación completo y además un resultado negativo a un examen PCR.

El Carnaval de Río de Janeiro es un festival que se celebra todos los años antes de la Cuaresma; se considera el carnaval más grande del mundo, con dos millones de personas al día en las calles.

Esta celebración se remonta al año 1650. Durante ese tiempo, se organizaron fiestas elaboradas para honrar a los dioses griegos del vino. Los romanos solían adorar a Baco, el dios de la vendimia. El festival ‘Entrudo’ fue introducido por los portugueses y esto inspiró el nacimiento del Carnaval en Brasil. El primer festival de Carnaval en Río ocurrió en 1723.

El desfile típico del carnaval de Río está lleno de juerguistas, carrozas y adornos de numerosas escuelas de samba que se encuentran en la ciudad brasileña (más de 200 aproximadamente, divididas en cinco ligas/divisiones). Una escuela de samba se compone de una colaboración de vecinos locales que quieren asistir juntos al carnaval, con algún tipo de trasfondo regional, geográfico y común.