Carta abierta al Dr. Durán: “Salve Doctor, los que van a morir lo saludan”

Carta abierta al Dr. Durán: “Salve Doctor, los que van a morir lo saludan” (Foto: Naturaleza Secreta)

Un lector de Periódico Cubano ha enviado a nuestra redacción la carta abierta que escribió para el Dr. Francisco Durán, director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), con la esperanza de que sus palabras hagan reflexionar al conocido profesional.

A propósito del alza de contagios y muertes por Covid-19, el autor de la carta pide no culpar a la población cubana, cuando los rebrotes comenzaron después de la reapertura de fronteras ordenada por el Gobierno.

También señalo que muchos de los brotes se dan en centros laborales del Estado.

A continuación, reproducimos de forma íntegra la carta abierta de un cubano que pidió identificarse como “El Porfiao”:

Señor Francisco Durán:

Ya en vísperas de cumplir un año de pandemia en Cuba, en el que Ud. se ha ganado con su carisma, lento hablar y rostro paternal el aprecio de nuestro pueblo, se le vio enfadado al límite por el exponencial incremento de los casos a lo largo de toda la isla.

Se me antoja una pregunta, con todo el respeto y consideración que Ud. merece, ¿qué esperaba Ud.? ¿Ha transitado Ud. por la avenida 31 y 20 en Miramar, donde se encuentra la embajada de Nicaragua? Indescriptible “relajo”, amén de la presencia policial que no se sabe si están para organizar y mantener el distanciamiento social o es que también marcaron en la cola.

Si a eso le suma Ud. las peripecias que tiene que hacer nuestro pueblo en colas, tanto para buscar el indispensable sustento como para el trámite más sencillo, el resultado es lapidario

Es fácil culpar al pueblo de indisciplina social cuando se es consciente que en la mayoría de los casos los EVENTOS han sido INSTITUCIONALES. En fin, sea cual sea el motivo del crecimiento desmedido de infectados, el precio a pagar es el mismo, muerte y secuelas.

Lo cierto, señor mío, es que se salió de control. En honor a la verdad, el detonante fue la apertura de aeropuertos y la entrada de extranjeros al país con el pretexto de que la economía estaba en ruinas.

Pero lo cierto es que el pueblo no notó la diferencia entre una cosa y la otra, es más, me arriesgo a afirmar que la situación del cubano empeoró ostensiblemente, que solo estamos mejor hoy que la semana que viene.

Ni Dios ni los 600 santos arreglan la situación, mientras la solución esté en manos del problema… No digo más, no sé si firmar la carta o confesar mis pecados y pedir la extremaunción… SALVE DOCTOR, LOS QUE VAN A MORIR LO SALUDAN.