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Chinches invaden las escuelas, hospitales y cárceles de Santiago de Cuba
Las farmacias se encuentran desabastecidas en toda la provincia, por lo que no hay con qué tratar de combatir la plaga
Una invasión de chinches ha poblado los centros educaciones, de salud y penitenciarios de la provincia de Santiago de Cuba, según ha trascendido recientemente.
La noticia ha sido confirmada por el medio independiente 14ymedio, cuya fuente aseguró que la plaga está afectando principalmente a “los hospitales Materno Norte Tamara Bunke e Infantil Sur, conocido tradicionalmente como Colonia Española, y los policlínicos comunitarios de 28 de Septiembre y Camilo Torres Restrepo”.
La invasión de estos indeseables insectos ha llegado también a varios centros educacionales, reportándose en las “Secundarias Básicas Rafael María Mendive y del reparto de Altamira”, así como “en la prisión de Mar Verde”.
Aunque no emitieron ninguna declaración oficial reconociendo lo alarmante de la situación, la Dirección Provincial de Salud de Santiago de Cuba reveló el pasado domingo que se estaba realizando un “intercambio” con padres y educadores del círculo infantil Sonrisas al Mundo, donde se abordaron “medidas higiénicas y sanitarias en el combate del dengue y chinches, así como para evitar accidentes”.
Paralelamente a esto, las farmacias se encuentran desabastecidas en todo el territorio santiaguero, un hecho extensivo al resto del país, por lo que no hay con qué tratar de combatir la plaga.
Insecticidas de amplio espectro como el fipronil, empleado en este tipo de situaciones, se comercializan en el mercado informal a más de 20 pesos el mililitro, y se precisan litros del producto para poder fumigar, varias veces, las superficies infectadas si se quiere erradicar la plaga.
Las chinches se alimentan principalmente de sangre humana y de otros animales mientras estos están vivos. Para esconderse, utilizan pequeñas gritas de las casas o lugares como camas y asientos, donde se encuentran particularmente “cómodos”.
Suelen propagarse de manera muy rápida y su organismo está adaptado para resistir condiciones extremas del clima, por lo que en menos de una semana pueden infectar una casa entera y seguir expandiéndose.
Esta no es la primera vez que Santiago de Cuba se enfrenta a semejantes plagas. Ya en el 2021 y en plena emergencia sanitaria de la COVID-19, la provincia vivió un brote de sarna y piojos, a la vez que lidiaba con la mayor cantidad de casos de dengue de los últimos 15 años.
Sobre este particular, Alfredo Cintra Guerra, responsable de la “vigilancia y lucha antivectorial” en el territorio santiaguero, manifestó en declaraciones a medios oficialistas que la escasez de insecticidas, como el Abate, complican la lucha contra el mosquito, por lo que es una situación que, por ahora, no tendrá mayores soluciones.