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CIDH: Represión en Cuba aumentó durante el primer año de la pandemia
En su informe más reciente, la organización indicó que a veces el Estado usó como excusa para ello precisamente a la crisis sanitaria
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) denunció que durante el primer año de la pandemia de COVID-19 hubo en retroceso importante en esta materia en Latinoamérica, en especial en Cuba, Venezuela y Nicaragua.
De acuerdo con el Informe Anual 2020 de la instancia, adscrita a la Organización de Estados Americanos (OEA), el trato de los estados a sus ciudadanos durante la crisis sanitaria y las consecuencias posteriores a esta se caracterizó por la violación sistemática a sus derechos y libertades.
Aunque 25 de los 34 Estados pertenecientes a la OEA ratificaron la Convención Americana en materia de derechos humanos, la región en general no cumplió con los estatutos, acrecentando la crisis política y social de varios territorios.
Según el reporte de Radio Televisión Martí, el documento de 1,238 páginas publicado el pasado 16 de abril contiene un apartado especial para analizar la situación de Cuba, Nicaragua y Venezuela, las tres dictaduras declaradas de la región.
En dicho apartado, se establece que Cuba posee un largo historial de restricciones y represión contra disidentes y periodistas, situación que se acentuó durante la crisis sanitaria.
Los intentos de pedir libertad por parte de la sociedad civil, fueron reprimidos, y en algunos casos esto se logró utilizando como excusa precisamente a la pandemia
En Cuba “la CIDH tomó conocimiento de las persistentes restricciones a los derechos políticos, de reunión y asociación, y a la libertad de expresión y de difusión del pensamiento”, señala el informe.
En los casos de Nicaragua y Venezuela, la organización reseña con preocupación el deterioro total de la institucionalidad democrática, con poderes ejecutivos que han controlado los órganos judiciales de los dos países y asambleas nacionales controladas por las presidencias.
Todo esto, a juicio de la institución, ha llevado a un deterioro aún más evidente de los derechos humanos al convertir en absoluta la voluntad de los gobernantes en turno, Nicolás Maduro y Daniel Ortega.
Asimismo, refiere que los gobiernos de Maduro en Venezuela, y Ortega en Nicaragua, sumados al de Miguel Díaz-Canel en Cuba, han instaurado desde las estructuras del Estado y con apoyo de sus seguidores canales sistemáticos de vigilancia, persecución y hostigamiento contra sus disidentes.
“La Comisión Interamericana observa que la crisis de derechos humanos en Nicaragua continúa profundizándose debido a la persistencia de una falta del principio de separación de poderes, la agudización de la represión contra las voces críticas al gobierno y la inexistencia de reformas institucionales tendientes al restablecimiento del Estado de Derecho”, expresa la CIDH.