Científico cubano logra crear un “pulmón verde” en un desierto de Chile

La creación de un pulmón vegetal en una zona desértica suena algo surrealista, pero gracias al esfuerzo y las acciones de un científico cubano radicado en Chile, hoy se puede afirmar que esto es una realidad.

Manuel Paneque es el nombre del investigador que ha logrado impulsar la creación de un “pulmón verde” en medio del desierto de Atacama, una iniciativa que permite contrarrestar los efectos de la contaminación ambiental en la región de Antofagasta, al norte de Chile.

El Desierto de Atacama es conocido como la zona más árida del planeta, con muy pocas precipitaciones al año y donde se registran temperaturas extremas que pueden variar desde unos 35 grados durante el día, hasta 19 grados bajo cero cuando cae la noche.

A través de la creación de este pulmón verde, lo que busca Paneque es contrarrestar las cantidades de dióxido de carbono que emanan las industrias de la localidad, para de esta forma poder disminuir el impacto de la contaminación en el ambiente y el cambio climático.

El pulmón verde que ha creado el cubano cuenta con múltiples siembras entre las que se incluyen  pimientos, leguminosas como cañar, tara y tamarugos.

Una de las plantaciones que más resalta en medio de esta iniciativa ha sido la implementación de “atriplex”, una especie botánica resistente a la sal en el suelo, ideal para este proyecto, tomando en cuenta que las tierras del desierto de Atacama es conocido por su alto nivel de salinidad.

«Es  una planta con una cantidad importante de proteína, de entre un 20 y un 30%, que tiene una importante utilidad ecosistémica por la cantidad de dióxido de carbono que es capaz de captar», expresó el cubano al hablar de las bondades de “atriplex”.

Se estima que la cantidad de absorción de dióxido de carbono por parte de las plantas es de aproximadamente nueve toneladas por hectárea (el cual es el caso de algunas especies que se encuentran en el espacio verde del desierto). De manera que el ideal de Paneque es que, tomando en cuenta este parámetro, las industrias puedan comprometerse a realizar las plantaciones necesarias para reparar el daño ambiental que sus acciones generan.

“Si sabemos la huella de carbono de la producción de cualquier industria, podemos calcular cómo una empresa puede comprometerse a sembrar suficiente cantidad de hectáreas para capturar el dióxido de carbono que emite durante su proceso productivo», explicó el científico para la agencia de noticias EFE.