El Centro de Aislamiento de Caimito, en la provincia de Artemisa, se encuentra colapsado a causa de la alta tasa de contagios de COVID-19 en la Escuela Interarmas Antonio Maceo
Según informó una fuente anónima a la redacción de Periódico Cubano, luego de que se registrara un brote de coronavirus en la Escuela Interarmas, Unidad Militar 3088, los ingresos al centro de aislamiento no han parado.
De acuerdo con el informante, todo inició con un solo caso positivo de un militar que estuvo en Pinar del Río, sede de uno de los principales brotes en ese momento.
Debido a la proximidad en que se encuentran, la cantidad de personas que ha tenido que ser puesta bajo vigilancia epidemiológica ha rebasado ya la capacidad del centro.
Según medios locales, para el 23 de octubre se habían confirmado 19 casos, todos provenientes de la escuela, entre los 17 y los 21 años, y todos con la misma cifra de contactos en vigilancia, de 189.
El testimonio señala que las autoridades no han parado de llevar personal, tanto militar, como trabajadores del instituto, que además de ser un problema por el número de sospechosos e infectados, lo son por su mala actitud.
Personal médico del centro de aislamiento se ha referido a los militares como “pacientes conflictivos”, que se han comportado de modo déspota y grosero con médicos y enfermeros.
Según reportó, uno de ellos incluso llamó “puerca” a una de las enfermeras, pues “se creen privilegiados por ser militares” y no tienen respeto pese a ser tan vulnerables como cualquier paciente.
Sin embargo, la cifra de sospechosos y contagiados no cesa con el personal y estudiantes del colegio, que es el principal centro de trabajo de la zona.
Por ello, las autoridades municipales de Caimito han realizado pruebas PCR a los residentes del área, cientos de los cuales se desempeñan como trabajadores civiles de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), o tienen familiares que trabajan ahí.
Ahora se han visto afectados varios poblados, Ceiba de Agua siendo el más cercano, así como Pueblo Nuevo y la cabecera municipal, cuyos contactos siguen siendo recibidos por el centro de aislamiento de Caimito, que ya no tiene más espacio, aunque las autoridades no se pronuncien al respecto.
