En huelga de hambre los cubanos detenidos en el centro migratorio de Luisiana

Cientos de migrantes cubanos iniciaron una huelga de hambre esta semana en un centro de detención en el estado de Luisiana, Estados Unidos, en respuesta a los abusos y violación a sus derechos humanos a los que llevan siendo sometidos desde hace más de un año.  

Familiares de los detenidos han denunciado a la prensa y en las redes sociales disímiles abusos como cortes de aire acondicionado, hacinamiento y agresiones físicas por parte de las autoridades; además de la larga espera para la resolución de asilo político, pese a que la mayoría cumple con todos los trámites y requisitos.

Los cubanos aseguran que llevan semanas o meses, y hasta un año en algunas ocasiones, esperando la resolución en sus casos, por lo que han iniciado una huelga de hambre. 

“Estamos en un centro de detención en Luisiana, donde hace más de un año se están haciendo abusos en contra de nosotros, hoy por la mañana nos están reprimiendo, nos mandaron un grupo de antimotines”, dice un detenido en un video divulgado en Facebook. 

“Nos han lanzado bombas lacrimógenas y balas de goma”, grita otro.

“Queremos que el mundo sepa que golpearon a más de 50 hermanos de todos los países, Honduras, China, India y África, no solo hay cubanos, llevan más de un año reprimiendo nuestros derechos”. Ahora mismo están ahí fuera un grupo de antimotines disfrazados para golpearnos, nosotros solamente no vamos a comer, es lo único que hacemos”, añadió. 

El cubano detenido que aparece en el metraje indicó que, en representación de todos los solicitantes de asilo, lo único que quieren es que todo el mundo sepa lo que está pasando en esos centros de detención y cómo les están violando sus derechos humanos.

Además exclamó que les han cortado el agua, “llevamos dos días sin agua y nos cortaron el aire acondicionado. Nosotros solo queremos que sepan qué es lo que están haciendo con nosotros y lo publiquen. 

También aclararon que tienen conocimiento que en otros centros de detención migratoria en Luisiana está pasando lo mismo, incluso que hay personas que han quedado en silla de ruedas por los golpes que les dieron los agentes de la policía 

“Ahora mismo nos van a cortar la comunicación, queremos que nuestras familias estén tranquilas, nosotros no nos vamos a manifestar violentamente y no nos vamos a poner en contra de nadie”, informó. 

Mientras tanto, algunos familiares que se han logrado comunicar con los detenidos han expresado que “los han acabado” y que son 115 los que se encuentran recluidos, al menos en uno de esos centros de detención. 

Un familiar que logró la comunicación dijo que “hasta por la cabeza les han disparado, los arrastraron dándoles pisotones, dándoles palos. Ahora a él (el preso) lo pasaron a una celda de ocho personas y tienen tabletas, más tarde le voy a hacer una videollamada y los voy a grabar”. 

Los reportes indican que no son solo los cubanos los que se encuentran en esas condiciones, hay más inmigrantes de otros países que están solicitando asilo político a los Estados Unidos y que se encuentran en Luisiana. 

Otro preso que logró la comunicación indicó: “Desde el 1 de agosto de 2019 nos encontramos en una pacífica huelga de hambre y con esto queremos llamar la atención sobre nuestro prolongado e injusto encierro. Llevamos 4, 8 y hasta 14 meses de privación de la libertad, aún después de habernos otorgado el creíble miedo de regresar a nuestros países”.

Los reportes señalan que a pesar de que los cubanos y sus familiares han cumplido con todos los trámites y fianzas requeridas por la ley, que comprueban que no son riesgo de fuga ni amenaza para la comunidad americana, permanecen en esos centros. 

“No somos criminales, ni fugitivos, solo somos víctimas de una dictadura, de persecución y de torturas, que llegamos a este país con el terror de ser asesinados, asesinados, encarcelados, agredidos, física y psicológicamente en nuestro país. Hoy en Luisiana se nos está violando todo”, dice otro mensaje de uno de los detenidos. 

De igual forma, otra denuncia expresa:  “El juez que atiende a los migrantes no nos da oportunidad de defendernos y sólo nos ha dicho que somos un peligro para este país y que representamos un peligro de fuga. ¿Cómo vamos a ser un peligro? Todos aquí somos gente de bien, estudiados y profesionales. Nosotros no queremos ser una carga para este país”.