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¿Cómo sobreviven agencias turísticas privadas en Venezuela a pesar de la pandemia?
En medio del azote de la Covid-19, muchos de esos sitios apenas logran sobrevivir.
No obstante, varias agencias de turismo se niegan a desaparecer, o desistir del capital que pueden ofrecer los paisajes venezolanos, así que han buscado otras formas para poder ofrecer sus servicios. (Foto: Periódico Cubano)
Mucho se ha dicho sobre la decadencia de uno de los países de América del Sur, que en algún momento fue el más próspero y con más posibilidades de crecimiento: Venezuela
La otrora «joya de Latinoamérica», ya había dejado de recibir visitantes extranjeros años atrás y en el 2020 tras la pandemia a causa del Covid-19, el turismo quedo prácticamente sepultado.
Y es que para los mismos visitantes locales el costo de viajar dentro de su propio país es impensable, los operadores turísticos han tenido que sacar su creatividad a flote y reinventar las estrategias para la promoción del turismo en Venezuela.
“Nosotros tenemos 15 años en el mercado y nos hemos estado adaptando a todas estas situaciones en pandemia”, comentó a The Associated Press Rafael Salazar, coordinador del servicio turístico Warairamar. “Ha sido todo un reto seguir haciendo turismo en el país”.
El alza de precios y la construcción de edificios a la orilla del mar estuvo en auge por años en poblados costeros. Ahí se erigieron hoteles, posadas y restaurantes para atender a los miles de visitantes del aledaño Parque Nacional Morrocoy, conformado por arrecifes coralinos, centenares de manglares, cayos e islotes de arena blanca.
En medio de la pandemia, muchos de esos sitios apenas logran sobrevivir.
No obstante, varias agencias de turismo se niegan a desaparecer, o desistir del capital que pueden ofrecer los paisajes venezolanos, así que han buscado otras formas para poder ofrecer sus servicios.
Los operadores más pequeños siguen en el negocio ofreciendo opciones a menor costo y en algunas ocasiones por servicios de un solo día, como en el caso de Salazar.
Por 40 dólares por persona, él garantiza los traslados de ida y vuelta al parque Morrocoy, ubicado a unos 250 kilómetros de Caracas. Además ofrece hospedaje, comidas, refrigerios y paseos por islotes en aguas azul turquesa en botes pesqueros acondicionados para pasajeros.
A pesar de las dificultades, el venezolano asegura que algunos operadores han tomado conciencia de la situación económica y fijan costos sin exagerar en la ganancia. Según Salazar, antes de la pandemia los precios en dólares fluctuaban, pero ahora se ofrecen diversas alternativas más razonables.
Si bien la violencia que consume al país y la desesperanza por las crisis de energía eléctrica o combustible son noticias diarias en el día a día, muchos turistas que todavía se atreven a ir a Venezuela, quedan completamente maravillados con su diversidad natural, lo cual debería ser una ventana de oportunidad, para recuperar y mejorar lo que algún día fue, el país petrolero.
