CORONAVIRUS EN CUBA
Con menos de 600 guaguas, es imposible el distanciamiento social en La Habana
Actualmente están laborando menos de 600 de los 2.000 ómnibus con los que cuenta La Habana
Mientras las autoridades de Cuba siguen presionando a los ciudadanos para cumplir las medidas de prevención, al tiempo que anuncian como terminada la pandemia, el déficit en los vehículos del transporte público en La Habana dificulta acatar las indicaciones.
Si bien desde antes de la pandemia de COVID-19 el servicio de transporte era deficiente, ahora en la capital se encuentra laborando menos del 50% de las unidades que se tenían previamente.
El Ministerio de Transporte (Mitrans) informó que actualmente están laborando menos de 600 de los 2.000 ómnibus con los que cuenta La Habana, que ya desde antes no se daban abasto, según informó el diario oficialista Tribuna.
El déficit mantiene a los cubanos esperando por largo tiempo, conglomerados en una cola más de decenas esperando el mismo transporte, además de impedirles cumplir las medidas de distanciamiento, pues las unidades al ser insuficientes deben salir llenas.
Un ómnibus en La Habana en medio d la pandemia pero ayer el Ministro d Transporte dijo q había control en todas las paradas. Si no llega a haber!!! pic.twitter.com/xCgabZ4Raj
— Martha Beatriz Roque (@marthabroque) July 9, 2020
A menos de quince días de que se anunciara la habilitación del servicio de transporte, el régimen cubano anunció que van a revisar en La Habana las rutas habilitadas y la movilidad de ciertos grupos de trabajo para una mejor distribución que evite el “horario pico”.
Según Eduardo Rodríguez, titular del transporte, se debe “trabajar con inteligencia”, por lo que van a “reorganizar” los horarios del transporte en La Habana y con ello el desplazamiento de los pasajeros.
El funcionario asegura que la reorganización derivará en la minimización de las grandes concentraciones de personas, especialmente por la mañana entre 7:00 am a 08:00 am.
El asunto sería modificar los horarios de ingreso, ya sea adelantando o demorando, en función de un cronograma entre los diferentes negocios y empresas de la capital.
El transporte en La Habana siempre ha sido decadente, algo que aumentó con la crisis de combustible y que desde 2019 se ha ido incrementando, provocando aglomeraciones y atrasos entre los residentes.
Ahora, esta es la primera fase de reapertura, donde se pretende eventualmente abrir escuelas y otros negocios, lo que solo aumentaría el caos que ya se vive en la capital cubana.