Consejo de Ministros toma medidas para “limpiar” las calles cubanas de mendigos

La versión oficial define la conducta deambulante como un “trastorno del comportamiento humano multicausal”. (Captura de pantalla © Camallerys por Cuba – YouTube)

En una reciente reunión del Consejo de Ministros de Cuba se informó sobre la adopción de un grupo de medidas para “limpiar” las calles cubanas de “personas con conducta deambulante”, que es el eufemismo oficial para nombrar a los mendigos.

Según la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera, hay una proliferación de personas en esta situación y, aunque no lo vinculó con la actual crisis económica que vive el país, sí mencionó que la contabilidad de más de cuatro mil es mayor que lo que se tenía hace una década.

Para retirar a los mendigos de las calles, la opción temporal es acondicionar más centros de Protección Social, como el nuevo que se abrirá en la oriental provincia de Las Tunas. Feitó Cabrera detalló que al llegar a dichos centros serán “evaluados clínicamente y atendidos sus problemas”.

En ese sentido, el viceprimer ministro Jorge Luis Perdomo Di Lella enfatizó que la recogida de mendigos debe ser “integral”, aclarando que no serán detenidos, sino “atendidos”. El plan incluye a menores en situación de mendicidad, quienes serán remitidos a centros educacionales o sanitarios para recibir la atención necesaria y certificar su estado de salud.

La versión oficial define a la conducta deambulante como un “trastorno del comportamiento humano multicausal”, caracterizado por la inestabilidad y falta de autocuidado y autonomía económica, con frecuencia evidenciando transgresiones de normas sociales.

Actualmente, en los centros de Protección Social existen en las provincias de Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Villa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín, Granma y Santiago de Cuba hay alrededor de 4 mil personas, mayormente hombres entre 41 y 59 años.

La clasificación indica que el 30% son personas con discapacidad, el 24% tiene trastornos psiquiátricos, el 30% presenta consumo elevado de alcohol y el 38% son menores de 60 años sin domicilio fijo.

Recientemente, medios de prensa independiente reportaron que la situación de las personas sin hogar en La Habana es una realidad preocupante. Por ejemplo, vecinos del barrio de Lawton advirtieron la presencia de un hombre vagabundo en el portal de una vivienda.

Esta situación no es aislada, ya que al menos 36 personas viven en las calles de varios municipios de la capital cubana. Las autoridades locales parecen no estar tomando medidas efectivas para abordar este problema, lo que agrava la situación de vulnerabilidad de estas personas.

Los reportes indican que la problemática de los sin techo se ha intensificado tras el reciente ordenamiento monetario en Cuba. Este proceso, que buscaba reorganizar la economía, ha tenido consecuencias negativas, incrementando el número de personas que han perdido sus hogares y se ven obligadas a vivir en la calle.

La nueva ola de deambulantes en La Habana es un claro reflejo de las fallas en la implementación de políticas económicas que no consideran adecuadamente a los sectores más vulnerables de la sociedad.

Los testimonios recogidos por la prensa independiente describen escenas desoladoras en las que adultos mayores, personas con problemas de salud mental y otros ciudadanos, buscan refugio en parques, portales y otros espacios públicos. Lo anterior es una mala imagen para un país que vende como propaganda comunista, que todo es felicidad y que pretende atraer al turismo internacional.