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Continúan las colas en Cuba para comprar artículos de primera necesidad
Los cubanos han recurrido a tener que formarse desde la madrugada
Continúan las colas en Cuba para comprar artículos de primera necesidad (PERIÓDICO CUBANO).
El jabón y el detergente se unen a la lista de productos de primera necesidad que es prácticamente imposible conseguir en tiendas de Cuba, según informó el portal Diario de Cuba.
Aunque la escasez de alimentos y productos de higiene en la Isla lleva varios meses, la situación empeoró los últimos días de enero.
Desde la madrugada del 28 de enero, los cubanos hacen fila ante el mercado Ideal, en la calle Monte, esperando conseguir dos jabones y un pomo de detergente por persona, cantidad a la que el régimen ha racionado estos productos.
“Desde las cinco de la madrugada mi esposo y yo estamos en la cola. Es un sacrificio muy grande, pero tenemos que hacerlo para poder bañarnos. Al salir de aquí, iremos para el trabajo”, declaró Yaquelín Abreu, clienta del mercado y residente de la calle Compostela.
A su vez, Mayra García, vecina de Revillagigedo declaró al citado medio que acudió a formarse porque supo que al fin llegaría jabón.
“Estoy aquí desde ayer por la tarde, cansada y transnochada, pero tengo que hacerlo porque tengo niños chiquitos. Cuando me enteré por una dependiente del centro que iba a entrar el jabón, tuve que sacrificarme y venir para acá”, relató.
Según el periódico oficialista Granma, la ministra de Comercio Interior Berty Díaz Velázquez, explicó que “la prioridad para el Gobierno continúa siendo la distribución de alimentos”, lo que explicaría que no se atienda el desabastecimiento de jabón y detergentes.
La alternativa para los cubanos en medio de la crisis económica y la escasez aun mayor a la habitual es el mercado negro, pero muy pocos pueden costear sus elevados precios aumentados por la demanda.
Justino Renée Morales
2 febrero, 2020 - 1:45 PM at 1:45 PM
Pasados los 61 años de un sistema endémico de «gobernabilidad» desastroso aún no me explico cómo tienen paciencia y aguanta y encima asisten a marchas de antorchas y asistencia a mitines multitudinarios que todos saben son nada más que teatro y pantalla para que un grupo de ancianos corruptos y millonarios continúen en el poder. Cada día me pregunto si los que escapamos y no enfrentamos estos abusos, debíamos preocuparnos y sufrir cada vez que nos sentamos delante de un filete en un restaurante. Yo casi tengo toda la familia fuera de esa isla de indigencia y represión y aunque hace más de 40 años que escapé, no he logrado la valentía de desistir y olvidarme de mis queridos compatriotas cada una de las veces que entro a un mercado, a una tienda, a un restaurante o un café. Casi todos mis familiares y amigos me repiten que debía vivir mi vida y disfrutar a plenitud mi jubilación y mis últimos años y aunque quisiera no lo logro, ¿alguien puede ayudarme a ser indiferente? Dedico $500 y muchas veces más cada mes en ayudar incluso a desconocidos atrapados en esa isla hermosa convertida en dolor y penurias, denuncio hasta el punto de estar vedado de entrar a Cuba, leo, comentó, crítico, particípo en todo lo que ayude y a los 68, casi 69 no logro ignorar.