Continuará la escasez de refrescos enlatados en Cuba en 2022

La fábrica de refrescos Los Portales, donde se elabora el 90 % de esas bebidas en lata y en pomos de plástico de Cuba, lleva dos años con “un decrecimiento estrepitoso de la producción”.

Mario Venero Bencomo, director de la planta, perteneciente a la mixta Los Portales S.A., afirmó que la falta de materia prima ha sido uno de los principales factores que ha golpeado a la empresa, así como los prolongados apagones que hicieron que “en el último cuatrimestre de 2019 ellos apenas trabajaran”.

En 2020 solo se lograron 112 millones de unidades, menos de la mitad de lo que se hizo en 2019 (247,9 millones). En 2021, los resultados fueron más bajos todavía: apenas 86 millones, lo cual se ha traducido en la escasez de ese producto en el mercado nacional.

“Todos los sabores de la marca Ciego Montero (Tukola, Tukola dietética, Naranja, Gaseosa, Piña, Mate) y de la corporación Cimex (TropiCola, Cachito, Najita, Ironbeer) se producen exclusivamente acá”, insistió el directivo para mostrar el impacto de la planta ubicada en Pinar del Río en la red comercial de la Isla.

“La caída en picada de la producción de Los Portales en los dos últimos años no ha estado asociada a alguna falla de su tecnología”, comentó Venero Bencomo. “Buena parte de las materias primas que se emplean son importadas, y la compleja situación económica que atraviesa el país ha limitado su adquisición”.

Sin embargo, el gobierno ha decidido gastar los recursos en la importación de refrescos, en lugar de potenciar los nacionales. De ahí que, a la vez que decrece la producción “made in Cuba”, las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) se abastecen de algunas con etiquetas internacionales.

Por ello, el director de Los Portales, recuerda que sus elaboraciones son capaces de competir en “materia de calidad” y “en términos económicos”. “Es mejor producir en Cuba. Se genera empleo y desarrollo, y se evita la dependencia de los proveedores extranjeros”, señaló.

La empresa busca alternativas para generar sus propias divisas, lo cual tendrá una repercusión más dura en el cubano de a pie porque colocará sus refrescos en las tiendas en MLC.

“Gracias a ello podemos honrar nuestros pagos y adquirir los insumos”, señaló. “En la medida en que los ingresos vayan creciendo, darán la posibilidad de acceder a mayores volúmenes de materias primas”.

Para 2022, la fábrica prevé elaborar unos 50 millones de refrescos en lata, poco más del doble de lo logrado en 2021.

“Las cifras que se manejan para este año siguen estando lejos de lo que la fábrica pinareña es capaz de hacer, y sobre todo de la demanda de un mercado que hoy tiene dos rostros, uno en moneda nacional, muy desabastecido, y otro en MLC, en el que se ha estado supliendo su ausencia con refrescos importados”, reflexionó el diario oficialista Granma.