Parece esfumarse el deseo del presidente Donald Trump de tener un estadio lleno para aupar su nombre durante la Convención Nacional Republicana en la que se oficializará su candidatura a la reelección.
Las cifras alarmantes de contagios de COVID-19 en la Florida ponen en jaque la realización de este evento proselitista que aglomerará a tantas personas.
Por tradición, las convenciones son las grandes fiestas del partido que sirven de escenario tanto para los candidatos como para figuras nacientes. Desde las filas demócratas aún no confirman si el evento será enteramente virtual o si finalmente tendrán una reunión reducida en el Wisconsin Center de Milwaukee entre el 17 y el 20 de agosto, fecha que ya había sido postergada.
Desde el polo republicano, el Presidente insiste en que quiere una convención multitudinaria pero el coronavirus no da tregua.
Esta convención estaba pautada inicialmente en Charlotte, Carolina del Norte, pero como el gobernador de ese estado no pudo asegurar que el evento se realizaría en su máxima capacidad, la campaña de Trump decidió mover la convención a terrenos más amigables como Florida.
