Convierten en Mipyme una granja universitaria creada por Fidel Castro

“La granja tiene todas las condiciones para pasar a ser otra forma de gestión”, dijo Díaz-Canel. (Captura de pantalla © Canal Caribe – YouTube)

Mientras para los radicales comunistas la “Revolución de la Continuidad”, que promete Miguel Díaz-Canel, está traicionando los ideales originales del proceso, la realidad es que el régimen castrista está en metamorfosis, luchando para sobrevivir.

Un ejemplo de esas contradicciones lo dio hace algunas horas el designado primer secretario del Partido Comunista (PCC) quien asistió a la inauguración de una micro, pequeña y mediana empresa (Mipyme) en lo que Fidel Castro había creado en su día como una granja universitaria.

“La granja tiene todas las condiciones para pasar a ser otra forma de gestión. Estamos proponiéndole que, con todo el potencial productivo y científico que tiene, se convierta en una Mipyme”, expresó Díaz-Canel, en una visita al poblado de Guayabal, ubicado estratégicamente cerca de la Universidad Agraria de La Habana ‘Fructuoso Rodríguez Pérez’.

La transformación de El Guayabal, que se extiende sobre 665.7 hectáreas y fue establecida con el propósito de fomentar la aplicación de la ciencia en la agricultura, podría marcar un punto de inflexión en la manera en que Cuba enfrenta su crisis alimentaria.

Según Díaz-Canel, este cambio no solo impulsará los programas de desarrollo científico y productivo, sino que también permitirá a los trabajadores mejorar sus ingresos significativamente, pasando de un salario medio de unos 5.88 dólares al mes a cifras potencialmente mayores.

“Podemos ir a un momento diferente en la granja… todo eso puede transformar más”, arengó el sucesor de Raúl Castro que llegó al poder después de décadas demostrando fidelidad a la cúpula castrista conformada por los veteranos militares.

La transformación de entidades estatales en pequeñas y medianas empresas (Mipymes) dentro de Cuba, como es el caso de la granja universitaria El Guayabal, puede interpretarse como una táctica astuta del régimen castrista para adaptarse a las nuevas dinámicas económicas globales, sin renunciar a su control sobre los medios de producción y las fuentes de ingreso en divisas.

Esta estrategia permite al gobierno cubano presentar una fachada de liberalización y diversificación económica, al mismo tiempo que mantiene un firme control sobre las actividades económicas esenciales a través de la figura de los testaferros.

Los dirigentes de estas Mipymes, aunque aparentan ser empresarios independientes, en realidad podrían actuar como extensiones del Estado, garantizando que una porción significativa de las ganancias y las divisas extranjeras fluya de vuelta hacia el régimen.

Ley impulsada por congresistas cubanoamericanos prohíbe fondos para las Mipymes cubanas

Por tal razón, una ley emitida para el ejercicio del año fiscal 2024 no permite que fondos federales de Estados Unidos se destinen a pequeñas y medianas empresas (Mipymes), vinculadas al gobierno cubano.

Según las declaraciones del congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart, la medida se encuentra establecida dentro de la Ley de Asignaciones Estatales, de Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados.