Crisis de combustible ha empeorado casos de maltrato animal en Cuba

Los activistas por los derechos de los animales han luchado muchos años porque las leyes cubanas consideren la protección animal, hasta el momento sin éxito.

En particular este año, se han registrado muchas acciones en ese sentido, como la convocatoria lanzada en abril pasado por el estudiante de derecho Javier Larrea, en Santa Clara, que buscaba una protesta pacífica que al final fue denegada por las autoridades de la provincia, según informó el sitio Cubanet.

Tras esto, Javier sufrió un acoso tan intenso por parte de perfiles falsos, que lo hizo abandonar las redes sociales, además de que debió someterse a una comisión disciplinaria en la universidad en la que estudia.

En mayo, se denunció la recogida masiva de perros en la zona centro de Santa Clara, ante lo cual autoridades del Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) negó que se haya envenenado a los animales, declaraciones que la revista Bohemia y Cubadebate contradijeron unos meses después al publicar un reportaje en el que se admitía la captura y asesinato de perros callejeros.

En el reportaje publicado con el nombre de “La condena de los animales callejeros en Cuba” se admitió el uso de una dosis mortal de sulfato de estricnina, procedimiento que incluso la Organización Mundial de Sanidad Animal ha condenado.

Ahora que la crisis de combustible ha afectado el transporte y otros servicios básicos en Cuba, el gobierno de Miguel Díaz-Canel propuso la tracción animal como solución, con carretas haladas por animales que sirven de transporte y para recogida de basura.

En Santa Clara existe alrededor de un centenar de carretones tirados por caballos, cuyos conductores han sido vistos golpeando a los animales con látigos y fuetes sin que esto represente una multa para ellos.

“Al no existir una ley, cada cual hace lo que quiera con un animal sin que ocurra nada. Ahora mismo hemos visto hasta carretones tirados por yeguas. Según tengo entendido eso no es legal. Han ocurrido denuncias y todo queda impune. Creo que lo que falta es apoyo, que más personas se unan a esta causa. Los refugios no pueden solucionar solos este problema”, declaró a Cubanet la activista Leidy Laura Hernández quien dirige el centro de Zoonosis de Santa Clara.

Esto ha puesto de nuevo sobre la mesa la necesidad de una ley de protección animal que garantice derechos para estas criaturas y la condena legal de quienes incurran en asesinatos, maltratos y abusos.

El temor de los activistas es que cuando se disponga del combustible necesario inicien de nuevo las recogidas de perros y gatos callejeros, que en este momento habitan por decenas en el centro histórico de la provincia santaclareña.