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Crisis en la producción de papa en Cuba viene desde 2012
En los últimos años, han existido cosechas críticas con menos de 100 mil toneladas por año
“La producción de papa entró en fase de crisis en 2012, cuando se “normalizó” una producción inferior a 150 mil toneladas anuales”. (Foto: Invasor)
El gobierno cubano suele culpar al “bloqueo” de EEUU, las sanciones especiales de la administración de Donald Trump y más reciente la crisis económica mundial derivada de la pandemia de COVID-19 de todos los males que ocurren al interior del país.
Sin embargo, estadísticas oficiales apuntan a que en el caso de la producción de papa, como muchos otros rubros de la agricultura cubana, la crisis viene desde 2012, donde no estaba Trump ni había pandemia.
De acuerdo con un recopilatorio del economista cubano Pedro Monreal, “la producción de papa entró en fase de crisis en 2012, cuando se ‘normalizó’ una producción inferior a 150 mil toneladas anuales”.
Desde ese entonces la tendencia ha estado en caída libre, especialmente en los años 2014, 2016 y 2021 donde no se alcanzó el nivel crítico de 100 mil toneladas. La cifra es especialmente impactante cuando en un gráfico histórico se puede apreciar que en el año 1995 se cosechó más del triple, casi 365 mil toneladas.
Comportamiento histórico de la producción de papa en Cuba. (Foto: Pedro Monreal -Twitter)
En el año 2000, la producción alcanzó más de 367 mil toneladas. Desde ese entonces, salvo un pico en 2009 la cosecha de la papa va en picada.
La responsabilidad de la siembra de este tubérculo recae en el sistema estatal de la agricultura que importa las semillas y el paquete tecnológico para la atención a los sembrados. La papa es una vianda de mucha importancia, ya que el gobierno guarda en frigoríficos cada año una parte importante de la producción como reserva de guerra.
En la actualidad transcurren las semanas finales de la cosecha de la papa, que culmina justo antes de que comiencen las lluvias de primavera. De acuerdo a un reportaje reciente del diario estatal Granma, cada hectárea (ha) sembrada debe aportar alrededor de 10 toneladas (t), un rendimiento que representa la mitad de los estándares internacionales.
Por ejemplo, en Perú se logran 35 toneladas de papa por cada hectárea sembrada; en el caso de México el rendimiento promedio es de 24 t/ha. Sin embargo, estos productores aplican cerca de 200 kg/ha de potasio y 115 kg/ha de nitrógeno. Estas cifras no son divulgadas en caso de Cuba.
