Critican el “pensamiento mágico” del gobierno cubano con relación al crecimiento económico

Gil Fernández tiene la “convicción” de que «el 2023 no puede ser un año igual», según su pensamiento mágico habrá mejoría. (Foto: Captura de pantalla)

El economista cubano Pedro Monreal criticó el “pensamiento mágico” que a su juicio practicó el ministro de economía, Alejandro Gil Fernández, cuando pronosticó una mejora en el Producto Interno Bruto (PIB) del país para el 2023 durante su más reciente intervención en el Consejo de Ministros celebrado la semana pasada.

De acuerdo con Monreal, para lograr “un crecimiento estable de alrededor de 5% del PIB anual se necesitaría en Cuba una tasa de formación bruta de capital (inversión) de aproximadamente 25% del PIB”.

Dicha cifra estuvo solo “en el 16.3% en el 2021, por lo cual resulta imposible que la inversión de ese salto” de la noche a la mañana, menos aún en el complejo escenario que se desarrolla Cuba, donde los inversores no tienen certeza jurídica para arriesgar su capital.

La tasa de formación bruta de capital fue 16.3% a precios constantes y 23,8% a precios corrientes en 2021. Haciendo un cálculo rápido, una tasa de 25% en precios constantes equivaldría aproximadamente a 200 mil millones de pesos (aprox. una tasa de 37% a precios corrientes).

Conviene poner a un lado el “pensamiento mágico”. Un crecimiento estable de alrededor de 5% anual necesitaría en Cuba una tasa de formación bruta de capital (inversión) de aproximadamente 25% del PIB. En 2021 fue 16.3%. La inversión no dará ese “salto” pic.twitter.com/aoG6cSoqDL

— Pedro Monreal (@pmmonreal) December 2, 2022

Otro destacado economista, el catedrático de la Universidad de Valencia, Elías Amor, apuntó que “ese porcentaje no se alcanzará sin inversión privada. Con solo estatal como ahora será imposible”.

Sin embargo, Gil Fernández tiene la “convicción” de que “el 2023 no puede ser un año igual, y ahí está un pueblo esperando por nosotros”. “Sin lugar a dudas va a ser un año mejor: el día 1ro. de enero cada municipio amanece con un Presupuesto y un Plan de la Economía ya aprobado oficialmente”.

“Tenemos que dedicarle tiempo a ver cómo y qué vamos a hacer diferente para garantizar que de verdad arranquemos el 2023 con acciones distintas y que garanticemos ese cumplimiento del Plan de la Economía”, argumentó el ministro en lo que sin dudas significa el inicio de una campaña mediática para hacer creer que vienen tiempos mejores sin tomar ninguna acción al respecto.

En la misma cuerda, Miguel Díaz-Canel prometió que el 2023 será un mejor año, pero solo si la población trabaja “intensamente”. Esa condicionante parece una puerta de salida para no volver a caer en promesas incumplidas y mentiras como la de la mejoría de la situación energética para finales de año.

El dirigente comunista sostuvo que los próximos 12 meses que inician en enero “tienen que caracterizarse por no haya trabas que no pueda superar, por aplastar la burocracia, las trabas, el inmovilismo, la espera, y por supuesto, la lucha contra la corrupción y la ilegalidad a partir de las medidas que se han tomado recientemente”. Todas y cada una de esas alusiones le competen al Estado que no las ha solucionado en 63 años.